Décadas y décadas que se vienen desperdiciando, no se pueden esconder bajo la alfombra, ya no más.
Las malas maneras
Muchas veces, dedicamos horas a discutir temas de actualidad intensa o pormenores teóricos de todo tipo sobre la política, el hombre y la sociedad, muy condicionados por los asuntos que impone la lucha política diaria. No es que no sean importantes, pero menos veces nos centramos en asuntos de calado apasionante que no tienen el brillo de lo urgente. Y entonces hoy aparecería en la prensa uno de esos temas, trascendentes, importantes, fascinantes en su esencia, que nunca tendrá la oportunidad de una gran batalla en las páginas de la opinión pública. Para los que creemos firmemente en la ciencia y el progreso de la razón; el secuestro de la idea de progreso por el colectivismo oficial, el “progresismo” ramplón y la intelectualidad a la violeta parece una batalla perdida para los ciudadanos que defienden las libertades individuales y la igualdad ante la ley; este es uno de los temas serios de la vida de nuestro país. Más aun en estos tiempos en los que la ignorancia de una parte muy grande de la población habita la cotidianeidad de superstición y de bobadas, una amenaza de retorno del oscurantismo.
Argentina necesita hacer un esfuerzo, debería crecer entre 4 y 5 puntos, (un aproximado) sostenidos anuales y haciendo todo lo que sea necesario para corregir el despilfarro de décadas y décadas y poder converger con suerte dentro de 20 años con el entorno global de los países ordenados y que crecen.
Tal vez y como dice el tango “que veinte años no es nada”, pero décadas y décadas que se vienen desperdiciando, no se pueden esconder bajo la alfombra, ya no más. Y entre otras cuestiones fundamentales, hasta cuándo se va a seguir aplastando el desarrollo científico y su traslado directo a la vida económica? En lo que se viene fracasando, o negando, al ritmo de un 2x4 lastimoso y llorón. Y tal vez… supongamos que se mejora lo que se dedica al desarrollo científico; pero, no se termina de conseguir que la sociedad, la ciudadanía lo crea y lo vea, y que el mundo de los que emprenden y arriesgan vea en ello una misión que realmente valga la pena. Y sabe qué?, y aunque lo lleve a la risa, por qué no alguna vez alguna manifestación, una campaña para conseguir firmas, o movilizaciones de actores, o un programa de TV que prestigie a científicos y emprendedores, pequeños empresarios que arriesgan lo suyo y no viven del estado, frente a los charlatanes y vagos de todos los días?
Qué Argentina queremos? Queremos vivir en Argentina? Es que queremos seguir extorsionados por la partidocracia que vive de los fondos públicos? Existen las dos Argentinas como dicen?
A quién beneficia esta polarización? Estos opuestos de la vida política argentina? Lo ignoro… No beneficia a la Argentina, ni a los argentinos tampoco. A Argentina no, ya que no se puede hablar de Argentina cuando vemos la constante ruptura de los principios de solidaridad e igualdad, y de igualdad ante la ley entre los argentinos. Beneficia a quienes no quieren permitir que se vea el bosque, de tantos arbolitos que van plantando. Arbolitos ficticios, espejismos de politiqueo barato. No es tan imposible, si aplicando la razón sentarse a discutir serenamente sobre todo esto y de una necesaria reestructuración del Estado. Y no es esto reestructurar una nación. Porque las naciones no se reestructuran ya que son fruto de la historia y de la voluntad de sus nacionales. Y esto es válido para todas las naciones.
Hartos de las malas maneras
Y entonces, por instinto y casi sin darnos cuenta creemos descubrir que la tierra es redonda, era cierto nomás, que las manzanas caen del árbol hacia abajo, también que el sol sale por el este y que esta partidocracia que impera nos está destrozando, alienando, dividiendo. Y los señores del PJ-UCR-PRO-PS-PC-PDP-PPPPUGGHH! y todas esas alienaciones ya se han dado cuenta de ello, la gran maniobra manipuladora de la Constitución del 94 dio sus frutos y cada día más liban de los jugos del poder. ¿Poder para qué? ¿Poder para devolver al país la unidad rota tras insultos, agresiones, en una cosa difícil de definir? ¿Para instaurar alguna vez la pluralidad en la prensa nacional, legislando contra los reales monopolios informativos? ¿Para iniciar alguna vez un camino de desestatizar la economía y la sociedad argentinas? No, obviamente que no. Sino que poder para sacar al Dorian Grey que todos llevamos dentro de alguna manera y humillar al caído “Todos los demócratas hacen frente común” pero cuidado “No convoquen al PJ, no convoquen al PS, no convoquen a UCR, no convoquen a…” , y entonces, poder para asentar aún más la política de “medios afines” ( con el gobierno de turno que sea) porque ya se sabe, el nuestro es un país en el que se lee poco y se entiende menos, los pocos que tienen criterio, cuatro gatos locos, no son relevantes en número de votos y a los demás les basta con discutir en el bar, ver la tele y leer por encima los titulares. Poder para legislar la sumisión de las ONG´s u otro tipo de organizaciones de la sociedad; porque las iniciativas civiles, las que vienen de la sociedad, si son independientes tienen capacidad de crítica, y la crítica… estimados, genera criterio y el criterio genera opiniones y la opinión genera pluralidad, y eso… Resta Votos!. Poder para difamar, acallar, a todos aquellos que no piense como ellos, (como “ellos” = el de turno).
Se ha votado a éste, ese o aquel, no importa, la mayoría no es un ejemplo de votante, ni tiene alguien autoridad alguna para decir qué y por qué es así. La gente en realidad vota a quien cree que de forma puntual, mejor representará sus inquietudes del momento. Tras las tibiezas de unos, creen que es necesaria una catarsis y vota a otros. Y tras ver y desencantarse como esos dilapidan el poder y los fondos públicos y la economía del país y encima roban; después vota a otros. Y así va descubriendo una gran mentira eslabonada. Y otro día cree que vota por la estabilidad y el crecimiento económico, del fortalecimiento de los derechos individuales, de lucha real contra el terrorismo y la criminalidad, de recuperación real del prestigio internacional perdido hace más de 80 años. Y nos equivocamos otra vez? Será que a veces pensamos que muchos de nuestros paisanos son ya tan maduros después de años y años de fallas y atropellos a la República y a la hora de votar no votarían colores sino políticas. Me equivoqué, nos equivocamos. Votan colores nomás.
Y así, se sigue votando colores, se sigue insultando al otro. Se sigue reduciendo el quehacer político al nivel de charla de bar, chiringuito, birra y faso. Total, los que trabajan pagan. Y esto los “amigos” de la partidocracia lo saben, y muy bien. Porque no es prioritario el bienestar de los argentinos, no es prioritaria la Constitución. La única prioridad para esta gente es no bajarse del caballo. Todo partido político se afana en llegar al poder para demostrar que sus “programas” son los más válidos, los mejores, y están convencidos de ello. Esto es así en todos, sin excepción y digamos que es legítimo. Lo que no es legítimo, lo que no es leal, no es ético, no es moral, lo que hastía es la mentira, las malas maneras, las formas neo-totalitarias que están utilizando todos ellos y que en todo creen ver enemigos por vencer. Estamos hartos de la mediocridad y la vulgaridad. De las malas maneras.
LobosMagazine 2019
Tantas cosas ciertas que se dicen
Por la razón equivocada
Gritándote a la cara
Y ya no hay vuelta atrás
Quedamos en tablas
Los clichés de la paranoia
De quien en todo quiere ver
Enemigos que vencer
Y ya no se hable más
Ya no me interesa
Cuna de Caín y guerra civil entre hermanos
De la mano nos hacemos daño
Siempre que nos encontramos
El exilio es mejor que nuestra prisión
De mediocridad y vulgaridad
Envidias e ingratos juegos de villanos
LobosMagazine 2019 LM™
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