La misión que llevaba el ARA San Juan es un secreto de Estado, según declaraciones de la juez federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez. Secreto de Estado, vigilar la pesca ilegal en la zona exclusiva sobre el mar argentino?
Los secretos y dudas que se llevó el ARA San Juan al fondo del mar
foto: el ARA San Juan días antes de su partida desde la Base Naval Austral en Tierra del Fuego
Por María Celsa Rodríguez Mercado
Analista política internacional
Columnista HACER Latin American (hacer.org/latam)
Colaboradora periodística Fundación Friedrich Naumann
En torno a la desaparición del ARA San Juan hay muchos interrogantes. De acuerdo a las declaraciones de la juez federal de Caleta Olivia Marta Yáñez, dijo que habría “información muy sensible” sobre la desaparición del submarino, pero lo más llamativo fue una frase: “la misión que llevaba a cabo el navío es un secreto de Estado”. ¿Secreto de Estado?, no era acaso que realizaba tareas de vigilancia de la pesca ilegal en la zona de comercio y navegación exclusiva sobre el mar argentino? ¿Por qué no siguieron los protocolos habituales, ya que las corbetas que suelen acompañar al ARA San Juan en su recorrido no estuvieron?
Ellas siempre van en la superficie junto al submarino para conformar la “División de Patrullado Marítimo”, son tres: Drummond, Guerrico y Granville, y cuya función es persuadir al buque pesquero que realiza la pesca ilegal para que abandone la zona de explotación argentina.
Se conoció un conflicto armado el año pasado, cuando la Prefectura hundió un pesquero chino cerca de las costas de Chubut.
“Estamos hablando de una embarcación de guerra y no me aventuraría a hacer otras consideraciones” agregó la juez. Una “embarcación de guerra” que no estaba armada, entonces, si se patrulla las costas argentinas y se deben hacer maniobras persuasivas, ¿por qué no estaba armado el submarino y por qué no lo acompañaban las corbetas?
Se dijo que la explosión se oyó el día 15 de noviembre a las 11 de la mañana – hora argentina -, pero esa “anomalía hidroacústica” de acuerdo a los técnicos de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (OTPCEN), luego del entrecruzamiento de datos y análisis de la curva de sonidos concluyeron que fue un “evento anómalo, singular, corto, violento y no nuclear, consistente, con una explosión”, de la cual se descarta un ataque directo de otra nave porque la señal tendría otro tipo de curva con una onda más larga y con un sonido más de eco.
El 15 de noviembre a las 10:31, unas tres horas después de su comunicación con la base naval de Mar del Plata, el Capitán del ARA San Juan había informado sobre un desperfecto con las baterías que ya había sido solucionado – dijo - . Según Lassina Zerbo, titular de OTPCEN “la detección ocurrió con tres micrófonos identificados como “H10N”, “H10S” y “H04S” ubicados en estaciones de monitoreo de la Isla Ascención (en medio del Atlántico Sur) y en la isla Crozet (al sudeste de África)”
De acuerdo a una fuente a quien consulté (un ex teniente argentino), que estuvo en misiones en el exterior y que conoce de submarinos, porque estuvo en dos de ellos en la zona del Mar Mediterráneo, me explicó cómo es el manejo interno de los equipos, cómo funciona internamente un submarino, las alarmas y detección de todo lo que pasa en el exterior. Y que de acuerdo a lo que el vio y leyó en los medios sobre el submarino argentino: “este no estaba en condiciones de navegar en grandes profundidades. Técnicamente no era posible. En cuanto a su búsqueda hasta 400 metros es posible encontrarlo y facilitar el rescate, pero a mil o más metros de profundidad con una presión tan alta resulta casi imposible. Estoy convencido que la Armada supo desde el primer momento esto, se tomaron su tiempo y nos engañaron a todos”. Por algo el Presidente decidió descabezar a la cúpula de la Armada.
Ahora la pregunta es ¿Cuál era la “misión” que estaba ejecutando el ARA San Juan? Por qué aparentemente NO SE INFORMÓ al Presidente de ella? De acuerdo a la juez Yáñez, la misión era “secreto de Estado”; del “Estado” de la Armada parece, porque se nota que ni el Sr. Macri ni el Ministro de Defensa sabían nada, ya que a cinco días del último contacto con el ARA San Juan – en el que el comandante había informado de las averías en las baterías y que se produjo un “cortocircuito” a bordo – tomó conocimiento el gobierno. O sea, la Armada tenía esa información desde el minuto cero pero esperó algunos días para darla y el Ministerio de Defensa y el Presidente se enteraron recién en la noche del sábado.
Pero… ¿qué se sabía?
Los medios internacionales hablaban de que hubo una explosión o implosión, y que esto habría ocurrido como 4 horas después de la última comunicación sobre las “fallas técnicas” en que superaron las 30 millas desde la última comunicación, y tiene que ver con la posición de la Boya que fue detectada desde el avión de EEUU. Un medio internacional pasó este dato en un medio radial. “La Brown tiene a la vista una boya roja con un estrobo (cable lazo para enganche) hacia abajo y una radiobaliza. Detectado boyarín triangular color rojo. Con radiobaliza cable de acero al fondo psn 42 24 6S y 58 19 7 W Mas número de identificación y lote”.
(Tomado esto como dato confidencial)
“Mi fuente también me informó que en esa zona aún quedan minas submarinas de la época de la Guerra de Malvinas, que están en la zona de exclusión marítima de las islas, ¿será que ingresaron a la zona de exclusión? ¿Será que el ARA estaba donde NO DEBÍA HABER ESTADO? ¿Será que tocó una de esas minas? ¿Será que por eso la Armada tardó en informar, porque de descubrirse provocaría un conflicto internacional?.
La última información que se tuvo sobre su posicionamiento es de 46 grados 44 minutos Sur y Longitud Oeste 59 grados 54 minutos, muy cerca de la zona de exclusión británica.
“De acuerdo a un medio internacional: “un ex capitán de submarinos dio que podría haber sido una gran explosión, ya que había sido un ruido muy fuerte. Justamente las minas acuáticas son de influencia magnética y acústica con efectos letales sobre la superficie de cascos fuertes y duros y a profundidades entre los 10 y 50 metros, llegando incluso hasta los 70 metros, y cuentan algunas con una carga explosiva de hasta 580 kg de composición.
En el manejo de los eventos que se sucedieron después hubo negligencia de parte del gobierno, pero también la Armada actuó sin seguir la cadena de mando, ya que debió informar al Presidente inmediatamente de lo que estaba pasando al ser éste el Comandante en Jefe de todas las Fuerzas Armadas de la Nación.
A tal efecto el Ministerio de Defensa inició 40 sumarios administrativos internos para determinar las responsabilidades en las comunicaciones y operaciones realizadas. De todos modos Argentina se ha caracterizado por tener malos Ministros de Defensa: Nilda Garré, Agustín Rossi y ahora Oscar Aguad que con ese “tweet” del 19 de noviembre: “recibimos siete señales de llamadas satelitales que provendrían del submarino San Juan”. “Estamos trabajando arduamente para localizarlo y transmitimos la esperanza a las familias de los 44 tripulantes: que en breve puedan tenerlos en sus hogares”, mostró poca seriedad para un Ministro de Defensa que debe estar bien informado antes de emitir un comentario. Se supone que un Ministro de Defensa asesora e informa al Presidente.
Hemos cambiado, pero no cambiamos la calidad, la eficiencia e inteligencia en los ministros que se eligen para manejar la cartera de Defensa.
“Por los 44 tripulantes del ARA San Juan elevo una plegaria. Que en paz descansen”.
María Celsa Rodríguez Mercado