"Toda la propaganda de guerra, todos los gritos y mentiras, y el odio, provienen invariablemente de gente que no está peleando"
Hartos
Cada día, de forma intuitiva y casi sin darme cuenta creo y creemos haber descubierto que la tierra es redonda. Vemos que las manzanas caen del árbol. Vemos que el sol sale por el este. Y vemos, que este sistema de partidocracia que impera en Argentina nos está destrozando, enajenando, alienando, enfermando, dividiendo en definitiva.
Los beneficiarios de todo ese sistema, de todo pelo y color, “los demócratas” lo saben, ya se han dado cuenta de ello. El diciembre de 2015 dejó “tocado” a un sector. Podemos decir que una maniobra manipuladora, sumada al hartazgo dio sus frutos y por fin pueden libar otros nuevos, de las “nuevas mieles” del poder. La pregunta es: Poder para qué? Para devolver al país la unidad rota tras los insultos, las agresiones, lo que ya casi era como escenas de la película “La Guerra del Fuego”, una guerra que ganaba quién? Para reinstaurar la pluralidad en la prensa nacional legislando contra los monopolios informativos? Para iniciar y seguir en un camino de desestatización de la economía y la sociedad argentina? No, no y no. Poder, por fin, Poder, de nuevo, para sacar el Dorian Grey que todos llevamos dentro y humillar al caído (“todos los demócratas haremos un frente común, para sacar a la Nación adelante… pero no convoquen a éste o aquél”); “poder” para reiniciar luchas que todos creíamos terminadas y zanjadas. Poder para asentar aún más la política de “medios afines”, porque siempre hay “medios afines” porque ya se sabe, en este nuestro país en el que se lee poco y nada y se entiende mucho menos, pasa que los cuatro que tienen criterio no son relevantes en número de votos; y a los demás? A los demás les basta con discutir en el bar, ver la tele, “analizar” vía shows televisivos deprimentes y leer los titulares. Sumar poder para legislar la completa sumisión de la civilidad, porque las iniciativas civiles, organizaciones civiles, las que vienen de abajo, si son independientes tendrían capacidad de crítica, y la crítica genera criterio y el criterio opiniones y la opinión pluralidad y eso resta votos. Poder para difamar, acallar, a todo aquel que no piense como ellos. Poder para producir absurdos en forma de leyes, ordenanzas o disposiciones. Sin importar la Constitución y la Justicia.
La mayoría vota a quien cree que de forma puntual, mucho mejor representará sus inquietudes del momento. Si está viendo tibiezas en unos y fierezas en otros va cambiando al elegir quien los representará. Si está percibiendo o viendo como unos dilapidan el poder o usufructúan ese poder, aniquilan la economía y encima hay robos; cambia el voto, ante una promesa o esperanza de que algo cambie. Sólo para vivir mejor, solo eso. Y así van las cosas de promesas en promesas, de ilusiones en ilusiones. No hay tiempo para que a alguno de los que le proponen ser su representante, le muestren su propuesta, sus ideas concretas…una idea. Pasa que no las tienen, y ahí el problema.No quería creer y le cuesta creer que la política de estabilidad y crecimiento económico, de fortalecimiento de los derechos individuales, de la generación de trabajo, de preocuparse en serio por la educación de los ciudadanos, de la pobreza, de lucha contra el terrorismo, de recuperación del prestigio internacional, y una amplia gama de “etcéteras” pudieran ser puestas en entredicho permanentemente por unos y otros. Y comprueba o siente esa cosa de “me equivoqué otra vez”? Me equivoqué?
Tal vez porque uno piensa que sus paisanos son ya tan maduros, como pensaba? Qué bueno… que a esta altura ya deberíamos haber aprendido? Y que a la hora de votar, no votarían colores, sentimientos, odios o pasiones, sino políticas. Pobre… Me equivoqué, nos equivocamos, se siguen votando pasiones y odios. Los unos y los otros
Se siguen votando colores, se siguen insultando el uno al otro. Se sigue reduciendo nuestro quehacer político al nivel de “charla de bar”, sin querer ofender a los bares y sus propietarios. Somos el país del chori. Y los “amigos” del “poder de turno” lo saben, hoy unos, antes otros, es lo mismo. Y lo utilizan. “Porque es prioritario el bienestar de todos los argentinos”, en emotivos discursos, pero no es prioritaria la Constitución. La única prioridad es no bajarse del caballo. Todo partido político, se supone, que se afana en llegar al poder para demostrar que su programa es el más válido, porque están convencidos de ello. Esto es así en todos los partidos políticos, sin excepción y es totalmente legítimo. El problema es justamente que esas ideas y programas…algo aunque sea, no existen. Los partidos están viralizados por la ignorancia, la desidia y el oportunismo. Y de manera imperceptible, con formas neototalitarias como método y aprovechando el hartazgo de los ciudadanos, se va acentuando el virus de la ignorancia a cargo de la cosa pública. El futuro de tu país? De tu ciudad? En manos de quién?
“Los animales que estaban fuera miraban a un cerdo y después a un hombre, a un hombre y después a un cerdo y de nuevo a un cerdo y después a un hombre, y ya no podían saber cuál era cuál” GEORGE ORWELL
LobosMagazine 2018