… y son aguas que se encuentran de mil formas, a veces serenas, a veces desordenadas, a veces revueltas, otras veces tumultuosas, aguas que provocan más sed al beberla, aguas que curan y son espejo del alma.
Los colores dependen de la luz que tengamos, que nos permita ver. La luz que nos permite ver y distinguir formas y colores, lo que vemos, lo que queremos ver, lo que deseamos ver; y podemos decir que la vida es un misterio que no se puede averiguar en su totalidad, que siempre hay más, siempre más… Y, que no tenemos explicación para todo lo que sucede o creemos que sucede… no tenemos… ¿o tal vez sí?; que no podemos controlar casi nada, que todo fluye con rumbos ya determinados en algún instante, en algún lugar… y es ese un misterio insondable, sin fondo, sin forma, lleno de casualidades, de cambios de rumbo y de vientos, increíbles, así… repentinos, impensados, incontrolables… ¿es así? ¿será así?... y esto nos dice, tal vez que si no estamos abiertos a esos misterios, la vida se puede volver pequeña… muy pequeña… Y, ¿podrá ser esto una contradicción? O en verdad la vida en sí misma es una contradicción… ¿es así? ¿será? Y se podrá decir que las cosas son verdad solamente desde un punto de vista, se podrá decir que desde otro punto de vista, la misma cosa puede parecer o verse muy distinta… pero, ¿y si no es así?... Y… los colores dependen de la luz con que se mire. Y será y es como las historias, escritas, contadas, sentidas… vividas, es posible ya vividas… tal vez… y tal vez no hay pasado ni futuro, y… y todo fluye en un eterno presente ¿es posible? Y… ¿se puede decir que hay una razón y si la hay, cuál es esa razón de que algunas palabras puedan resultar, parecer torpes o frías? Y tal vez algunos puedan verlas sin valor ¿será que no hay palabras lo suficientemente simples, claras, para describir algo signado por el destino, algo tan intenso y profundo a su vez, natural y definido en algún momento de los tiempos, y que como muchas historias escritas, contadas, marchaban en un paralelo sin saberlo, hasta que se produce un cruce, una conexión… tal vez, y que sea una premonición… una certeza que estaba ahí, en espera… percepciones, como palabras sueltas que esperaban un orden y fluir en una historia y que irán tomando fuerza y forma en la medida que se escriben… es posible, sí… y lo es, sólo es… Y… ¿Puede ser que una historia o las historias de alguna manera no son de este mundo? Y… ¿Puede ser que una historia necesite una unión que conecte un mundo con otro? Y… ¿Puede ser que en la vida de las personas hay cosas que surgen en momentos especiales de su vida? Entonces, puede ser que haya personas que cuiden mucho esas cosas especiales y tal vez las hacen crecer como una llama imperceptible, cuidando mucho que no se apague… con toda seguridad es así… y… esos momentos, esas cosas que surgen, un hecho ¿no es más importante y con un privilegio mayor cuantas que más situaciones de casualidad sean posibles para que se produzca? Se puede decir que ¿sólo la casualidad es posible que se presente como un mensaje en algún momento? ¿Sólo la casualidad nos pone frente a un mensaje? … tal vez sí, o tal vez sea sólo tratar de ver alguna señal en medio de tanto no ver nada y podemos decir que la verdadera vida está ahí en el interior de cada persona… tal vez sea así ¿es así? … en definitiva ¿una vida no es más que una serie de sucesos? ¿de pensamientos, de ideas, de deseos?, y tal vez, solo tal vez piensas que nunca te va a ocurrir, que es imposible que sucedan a quien cree que nunca le ocurrirán cosas, situaciones y momentos y desde algún lugar comienzan a pasar todas juntas, una a una en un solo instante… y es muy posible, que le ocurra a muchos, cualquier otro ser humano… seguramente así sea… y seguramente se trata de deseos, del deseo. Y es que el ser humano no puede saber qué es lo que debe querer, porque se vive una sola vida y no le es posible compararla con sus vidas anteriores ni de repararla en vidas posteriores… ¿será así? Y no existe posibilidad de comprobar todo eso… ¿no existe? … y entonces la búsqueda, siempre la búsqueda. Y una sensación de seres expectantes, espectadores de distintos mundos y donde cada uno de esos mundos es una creación de cada uno de esos espectadores frente a una escena donde se dirigen las miradas y una sensación de que somos lo que los demás ven o creen que ven, tal vez. Como eternas miradas, confusas ceremonias de opiniones como enjambres y sin entender, a veces casi siempre el espectador que la verdadera función tiene lugar en un mundo interior propio de cada uno… tal vez…, y como los deseos que no son uno, sino infinitos, tampoco hay un único mundo…hay muchos y tal vez todos se mueven en paralelo, y es que cada mundo es creación… y es como si se van cerrando unas puertas y simultáneamente se abren otras, tal vez… y así es como nuestras vidas, sin darnos cuenta, están siempre bajo fuego por situaciones de casualidad aunque nada es casual…nada es casual; y son momentos de encuentros casuales de seres y acontecimientos que podemos llamar coincidencias de almas o de deseos, tal vez ya designadas de antemano por quien maneja los destinos… tal vez sea así…Y será porque la realidad no existe si no hay imaginación para verla… como los deseos…Y será porque la verdadera vida tiene lugar en nuestro interior… como los deseos, tal vez sí… Y que no hay un único mundo, sino muchos mundos, y que todos discurren en paralelo… y que cada mundo es creación de cada uno, de cada individualidad y que a veces, solo a veces es posible un cruce de dos almas donde verdaderas vidas de ese mundo interior generan otro nuevo mundo, propio… tal vez, donde piezas desencajadas en el tiempo se encuentran y confunden en una nueva realidad… un nuevo mundo, una nueva realidad extraordinaria… ¿será así´? Y es posible que sí, que sea así, porque la vida de las personas no es como si fuera agua corriendo… Y es que las cosas de la vida, las cosas en la vida no discurren, a veces no fluyen, no se deslizan precisamente por un camino más corto, como si fuera el agua que corre. Igual que corren los deseos, igual que corren las pasiones, se disparan, crecen sin ningún tipo de manual de instrucciones y tal vez sean ritos de seducción en ese real nuevo mundo… mundo del mundo interior, en cualquier hora y en cualquier lugar sin tener que usar directo una metáfora y es posible que sea así y el deseo salte muros al revés… ¿es posible? en ese mundo al revés, en la constante búsqueda… tal vez sí y eso como un manifiesto consigue y hace que fluya bien y sea como empujar el horizonte… sí, es posible que sea así ¿por qué? Porque la verdadera vida tiene lugar en el mundo interior; y en ese y todos los mundos las cosas pueden ser tan impredecibles; y en ese y todos los mundos cosas que ocurren de repente, inesperadamente… ¿inesperadamente? ¿será así?, o ya ocurrieron en otra parte en algún lugar del tiempo y sólo ahora es cuando se aparecen y forman otros mundos que estaban ahí, tan ocultamente a la vista… y donde parece que todo está regido por la fuerza del azar o de las casualidades… y la pregunta es ¿todo es casual? Cuando tal vez… solo tal vez piensas que no, que no te va a pasar, cuando parece que serás la única persona del mundo, de cualquier mundo, a quien no le ocurrirán esas cosas… puede que sea así… pero… y entonces empiezan una por una a pasarte todas… y a veces lo que se está buscando no llega de la forma en que se lo espera… desafiando mitos, desafiando ritos, es posible que sea… Y así, desafiando ritos, destruyendo mitos, en ese cruce la imaginación es libre como los pájaros libres, imposible de medir como el mar y nadie puede detenerla y… ya sabes que nada es casualidad y tal vez sí, y solo sí, es entrar en ese altar de sacrificios, entrar en el ritual y descifrar enigmas y cada segundo estar más cerca… así, desafiando ritos, destruyendo mitos y… es que al fin de cuentas, pensar libremente es de alguna manera distanciarse del cuerpo, distanciarse de una especie de jaula que lo limita, y darle alas a la mente, a la libertad; y es posible que el corazón humano sea como un pájaro nocturno, en la espera y en la búsqueda, de algo, en silencio y… aparece ese momento, levanta su vuelo y se dirige en línea recta hacia ello, y así desafiando al tiempo, desafiando distancias, si bien sabes que nada es casualidad y… destruyendo mitos… desafiando ritos y a cada segundo todo es más cerca… es posible… Y es que el mundo es impredecible. Y, cosas suceden de repente, inesperadas… Y queremos sentirnos en control de nuestra propia existencia. Y es posible que en algunas cosas lo estamos, y en otras no lo estamos. Y decimos que Nos regimos por las fuerzas del azar y la casualidad… ¿es así? ¿será¨?... tel vez sí… Y… será que no se trata que sea necesario conseguir algo así porque sí… Y es y será s que se trata de la necesidad de salirse de donde se está, de ir adelante, alto, como volar alto…arriba… tal vez… - DEL EDITOR –
Conversaciones
Con Gladys Ceriani
Y otro día, no un día más, sino el día, el día previo a las conversaciones, y el cielo estaba azul como todos los días de noviembre, como si lo hubieran pintada esa mañana temprano… y pensaba y caminábamos con el Misterioso Señor M en ese otro clásico ritual de café al sol y los pensamientos, dilemas y sutilezas del Señor M, así con su instinto casi felino de observar, escuchar y esa calma que transmite mientras saborea su café y sus cigarros… y otro día con ese fluir de empezar porque sí, sin saber cuándo empieza, y acabarlo quien sabe cuándo y ya la tarde temprana de jueves y una de las inspiraciones transmitidas por el Señor M así como de la nada dice con ese modo enigmático de trasmitir algo “ y hablando de hoy, de mañanas… recordaba algo leído por ahí… y no es lo mismo ayer, hoy y mañana… no es lo mismo, pasado mañana es después de mañana, y mañana es mucho después de hoy…y, hoy mismo es bastante después de ahora, en el momento que ahora estamos conversando…” citando al ilustre genio creador de los “Cronopios”, quien allá lejos en su morada de Montparnasse parecía haberse comunicado con el Señor M… otro misterio, y me dejó pensando y una pregunta ¿será que siempre o casi siempre se comienza por creer que no hay misterio en nadie? Y lo miro al Señor M que fuma su cigarro y saborea su café mirando hacia adelante, concentrado y distante, así con esos ojos raros como un gato que mira fijo a lo lejos aun estando cerca y parece que estuviera en otra cosa… pero, ¿que será esa cosa?, y seguía concentrado y fumando su cigarro el Señor M, misterioso, con su eterno, fijo traje negro, como su piel casi y habla de las palabras y dice “sabes que a veces puedo leer, ver algunas de las historias que surgen en Ella, palabras, palabras que se unen y forman historias, y no puedo no leerlas, es así casi como si las tocara y creo que las palabras nunca dejarán de brotar y siempre en esas historias escritas habrá algo real verdadero, creo… y esas palabras buscan el momento justo, si, palabras que a veces prefieren un suave silencio al ruido común, y las leo y las palabras de esas historias escritas me dan una sensación de flotar enredadas en una espiral flotando en una ebriedad de realidad…” y continuó mirando al infinito y me dejó pensando sin ver que nos escuchaba la mujer que encontrábamos casi siempre en el ascensor, esa mujer de las mañanas, era la misma vendedora de flores en su puesto en la vereda de ese café, nos escuchaba y acercándose al Señor M como si se conocieran, le prende una pequeña rosa blanca en su traje en la solapa de su traje negro, un dandy el Señor M que la miró alegre y siguió fumando su cigarro y saboreando su tercer café… y las palabras, siempre flotando…
Y ya es viernes, no es un día más, es el día de las Conversaciones y se va yendo la tarde hacia la noche… la noche de las Conversaciones… y ya es noche y flota ese mundo en el aire, los fresnos, ahí, mudos testigos con su verde impecable, custodios de puertas, imperturbables y siempre mudos testigos, siempre… se van perdiendo en la noche y ya el taxi se desliza sin ruido por las calles y el taxista extranjero, el inefable histriónico taxista extranjero, uno más entre nosotros ya y ese contraste en imagen con el Señor M a su lado con su eterno traje negro, sus pensamientos ocultos casi y esa mirada felina, un raro caballero, un dandy… y Ella y sus palabras dibujadas y sus dibujos que son palabras en sus notas, hojas, papeles atesorados en mil historias por escribir, infinitas, en el arte, en esa unión natural, esperada, una unión como un arte y llegamos a aquel Bar, el último de los bares y una vez más la ceremonia, el rito casi de escuchar al taxista y sus ideas y pensamientos y nos dice “ hoy pensaba sobre la magia, como creo es este lugar donde los dejo los viernes, este Bar… y pienso en la magia, y digo que la magia puede ser caos, puede ser arte, puede ser ciencia… y que todo dependerá de quienes toman esa magia y para qué, pienso que la magia está en todas partes… como el amor, pienso, en todas partes, a nuestro alrededor…” y una vez más se perdió en la noche y en el tráfico de la noche de viernes… y ya en la puerta del Bar, donde todo brilla y estalla casi, Ella enciende su primer cigarrillo y deja una respuesta a algo que venía pensando tal vez “… pensaba, pensaba que es un camino donde se buscan y exploran los posibles límites de la realidad, y será que nunca se deja de explorar y el motivo será encontrar el punto de partida de ese cruce y andar un camino, nuevo o ya destinado” “Es un camino que lleva donde ir y sin pensar a dónde se llegará” y una ceremonia infinita se inicia, entrar en aquel Bar, el último de los bares, una noche comienza en ese mundo especial, una noche… la noche de las Conversaciones…
Mares, Olas … magia…arte
Un relato de Gladys Ceriani
Siempre puedo perderme y llevar mis pensamientos a diferentes lugares una y otra vez, donde las alas se abren hacia al cielo y se agrandan los tiempos buscando silencios en lugares de ensueño y aparecen imágenes que a veces se transforman en reales y hacen soltar armaduras, salir del desierto y encontrar el mar formado por infinitas gotas, aguas que se encuentran de mil formas, a veces serenas, a veces desordenadas, a veces revueltas, otras veces tumultuosas, aguas que provocan más sed al beberla, aguas que curan y son espejo del alma.
Y nuestros pensamientos son entonces en una gran medida una muy buena parte de nosotros mismos, quienes vivimos en dos mundos a la vez, dos mundos, uno real y otro imaginario… ¿o dos mundos con la misma intensidad y… cuál es uno y cual el otro?.
Aguas que hacen mares y soplos del viento que provocan olas y tempestades.
Cierro los ojos por unos segundos y al abrirlos puedo contemplar como esas olas se vuelven blancas de espuma, avanzan y el aire se carga de humedad, todo parece el fin y se desvanecen con el viento y vuelven a empezar, no tienen fin y solo son momentos, atesorados y constantes momentos. Y el mar quiere a su agua y el viento ama sus olas.
Pueden vivir el uno sin el otro? Se puede llamar arte?
Puede ser como el arte de amar en ese constante movimiento y que dos seres se hagan uno y a la vez sean dos y seguir siendo nosotros? Y es arte donde la razón habla de libertad y los sentimientos se confunden y dibujan historias, historias sin elegir, historias casuales, historias sin ataduras.
Historias que se cruzan, historias que se encuentran cuando se dejan de buscar, esas donde el viento hace perder la cordura del mar y nada detiene el tiempo porque existe y se espera y vuelve una y otra vez sin palabras, solo silencios sin saber que decir, sin saber que se ha dicho.
Sentir, solo sentir el viento, el aire, el olor del mar, la arena bajo los dedos, contemplar las corrientes, las mareas y sentirme envuelta entre magia y misterios frente a esa gran inmensidad y no olvidar lo vivido.
Glady Ceriani
Desde algún lugar del tiempo
Nov 20 2020 Gral Las Heras BA Argentina.
A veces pienso y creo que no hay vueltas, con tanto prejuicio, tanta impostura de superioridad sin mérito, que… que la única gente interesante es la que está “loca”, según algunos, y es esa gente loca por vivir, esa gente loca por hablar, esa gente loca por ir hacia adelante hacia arriba como salvarse con su fuerza, esa gente con ganas de todo, esa gente que no se duerme ni habla de cosas y lugares comunes, esa gente que arde, es esa gente… esa gente que sabe que más allá de cómo se viaje, de los atajos que se tomen o piedras en el camino y de más allá de lo que resulte sabe que siempre aprende algo… Y
Y son pensamientos, son caminos… ¿qué es? Es como si…
Pienso que puedo perderme y llegar a lugares inimaginables con la intensidad de cada día, de cada noche y sin pedir permiso. Pienso… que solo despertar la imaginación y un vuelo se produce lentamente, continuo, las ideas no se hacen esperar, aparecen, se transforman, giran en distintas direcciones, abren puertas secretas, vuelven palabras escondidas y surgen otras nunca pronunciadas, tan imperceptibles al mundo exterior, permiten ver colores ante tanta marea, se escucha la respiración calma, los aromas de la noche, las estrellas en el infinito, puentes que cruzan océanos, sin miedo. Donde hace frío se siente calor y llego a lugares desconocidos, únicos, con la brisa en el rostro y empezar a abrir portales.
Y eso es como… qué?
Siempre puedo perderme y llevar mis pensamientos a diferentes lugares una y otra vez, donde las alas se abren hacia al cielo y se agrandan los tiempos buscando silencios en lugares de ensueño y aparecen imágenes que a veces se transforman en reales y hacen soltar armaduras, salir del desierto y encontrar el mar formado por infinitas gotas, aguas que se encuentran de mil formas, a veces serenas, a veces desordenadas, a veces revueltas, otras veces tumultuosas, aguas que provocan más sed al beberla, aguas que curan y son espejo del alma.
Y…
Y nuestros pensamientos son entonces en una gran medida una muy buena parte de nosotros mismos, quienes vivimos en dos mundos a la vez, dos mundos, uno real y otro imaginario… ¿o dos mundos con la misma intensidad y… cuál es uno y cual el otro?.
Aguas que hacen mares y soplos del viento que provocan olas y tempestades.
Puede ser que una historia o las historias de alguna manera no son de este mundo. Puede ser que una historia necesite una unión que conecte un mundo con otro… Puede ser que en la vida de las personas hay cosas que surgen en momentos especiales de su vida. Puede ser que haya personas que cuiden mucho esas cosas especiales y tal vez las hacen crecer como una llama imperceptible, cuidando mucho que no se apague… con toda seguridad es así… y… esos momentos, esas cosas que surgen, un hecho ¿no es más importante y con un privilegio mayor cuantas más situaciones de casualidad sean posibles para que se produzca?
Un acto natural… como…
Un acto tan natural como mirar una rosa, la percepción de la realidad, sin límites, sin buscar respuestas, sin miedo a fracasar y los secretos más profundos, negados, escondidos, hundidos comienzan a girar y aparece el placer del placer que transporta a otro mundo y nos desconecta con el exterior, ese, donde nadie escucha, nadie ve y sin saber el uno del otro.
Las rosas están ahí, solo hay que detenerse frente a una, mañana pueden estar marchitas.
Y entonces…
Cierro los ojos por unos segundos y al abrirlos puedo contemplar como esas olas se vuelven blancas de espuma, avanzan y el aire se carga de humedad, todo parece el fin y se desvanecen con el viento y vuelven a empezar, no tienen fin y solo son momentos, atesorados y constantes momentos. Y el mar quiere a su agua y el viento ama sus olas.
Hay demasiadas rosas blancas para contar ¿El blanco es el color de las creencias?
Y que es como se siente?... Qué?
Que…
La libertad interior y la conexión con la realidad, la búsqueda de lo que realmente se siente y son palabras que se repiten en cada uno de los borradores escritos en estas hojas, palabras ilegibles a veces para mí y dibujos hechos sin sentido, solo disparos de la imaginación y que armoniosamente adornan esas palabras, con el deseo interior donde desaparecen los límites, ese llamado que llega desde las entrañas de la tierra donde nadie puede llegar, solo uno y sentirse dueño de sí mismo y contar rosas blancas, de a una, sin prisa y con pausas.
Y pensar… Pueden vivir el uno sin el otro? Se puede llamar arte?
Y pensar…
Y pensar… Pueden vivir el uno sin el otro? … si se puede llamar arte?
Puede ser como el arte de amar en ese constante movimiento y que dos seres se hagan uno y a la vez sean dos y seguir siendo nosotros? …Y es arte donde la razón habla de libertad y los sentimientos se confunden y dibujan historias, historias sin elegir, historias casuales, historias sin ataduras.
Y pienso… ¿Puede un ser humano llegar a comprender plenamente al otro?. Cuando deseamos conocer a alguien e invertimos mucho tiempo y serios esfuerzos en este propósito, ¿hasta qué punto podremos, en consecuencia, aproximarnos a la esencia del otro? ¿sabemos en verdad algo importante de la persona que estamos convencidos de conocer?
Y son… qué?
Historias que se cruzan, historias que se encuentran cuando se dejan de buscar, esas donde el viento hace perder la cordura del mar y nada detiene el tiempo porque existe y se espera y vuelve una y otra vez sin palabras, solo silencios sin saber que decir, sin saber que se ha dicho…
Y pienso… y lo vuelvo a repetir… una vez más…
Pienso que puedo perderme y llegar a lugares inimaginables con la intensidad de cada día, de cada noche y sin pedir permiso. Pienso… que solo despertar la imaginación y un vuelo se produce lentamente, continuo, las ideas no se hacen esperar, aparecen, se transforman, giran en distintas direcciones, abren puertas secretas, vuelven palabras escondidas y surgen otras nunca pronunciadas, tan imperceptibles al mundo exterior, permiten ver colores ante tanta marea, se escucha la respiración calma, los aromas de la noche, las estrellas en el infinito, puentes que cruzan océanos, sin miedo. Donde hace frío se siente calor y llego a lugares desconocidos, únicos, con la brisa en el rostro y empezar a abrir portales.
Creo que…
Cuando una persona quiere alcanzar algo piensa de alguna manera en tres cosas: ¿qué he conseguido hasta el momento? ¿Dónde estoy ahora? ¿Qué debo hacer hacia adelante? Y… uno siempre, siempre de alguna manera puede contestar a esas tres cosas… y sigue, y siente…
Sentir, solo sentir el viento, el aire, el olor del mar, la arena bajo los dedos, contemplar las corrientes, las mareas y sentirme envuelta entre magia y misterios frente a esa gran inmensidad y no olvidar lo vivido.
Y…
La libertad interior y la conexión con la realidad, la búsqueda de lo que realmente se siente y son palabras que se repiten en cada uno de los borradores escritos en estas hojas, palabras ilegibles a veces para mí y dibujos hechos sin sentido, solo disparos de la imaginación y que armoniosamente adornan esas palabras, con el deseo interior donde desaparecen los límites, ese llamado que llega desde las entrañas de la tierra donde nadie puede llegar, solo uno y sentirse dueño de sí mismo y contar rosas blancas, de a una, sin prisa y con pausas.
Y pienso que… la realidad no es sólo cómo se percibe en la superficie, también tiene una dimensión mágica y, si a uno se le antoja, es legítimo exagerarla y ponerle color para que el tránsito por esta vida no resulte tan aburrido
Y pienso que… la ilusión y la capacidad de soñar nos permiten disfrutar mucho más de la vida… es posible…
Posible… como la noche…
Y la noche en aquel Bar, el último de los bares, ese lugar mágico como lo sintió el taxista extranjero cuando dijo “hoy pensaba sobre la magia, como creo es este lugar donde los dejo los viernes, este Bar… y pienso en la magia, y digo que la magia puede ser caos, puede ser arte, puede ser ciencia… y que todo dependerá de quienes toman esa magia y para qué, pienso que la magia está en todas partes… como el amor, pienso, en todas a nuestro alrededor…”, y tal vez como lo definió, lo sintió Ella y dijo que “… pensaba y pensaba, que es un camino donde se buscan y exploran los posibles límites de la realidad, y será que nunca se deja de explorar y el motivo será encontrar el punto de partida de ese cruce y andar un camino, nuevo o ya destinado” “Es un camino que lleva donde ir y sin pensar a dónde se llegará”… y el Bar en todo su esplendor en la barra los amigos de siempre y el Señor M junto a ellos y esa mujer, la vendedora de flores, la mujer del ascensor, escuchando sus historias y tal vez alguna historia por escribirse… y el climax de esa noche todo es una nube que envuelve el lugar, el humo, los brindis y las pasiones y deseos en vuelo de los que viven ahí, y la música… magia y presagio de la música de un clásico envuelve el lugar como una niebla… se escucha el dúo de Jane Birkin y Serge Gainsbourg “Je Táime… Moi Non Plus”… y en la barra de aquel Bar en medio de toda la magia y de la barra de los amigo infaltables y sus últimos brindis y en medio de ellos el fantasma del viejo Walt W. y una confesión casi con esos últimos tragos de la noche “ … he aprendido que estar con aquellos que me gustan es suficiente… y si no nos encontramos enseguida, no te desanimes, sino estoy en ese lugar búscame en otro… en algún sitio estoy esperándote…”…y ya la noche llegaba a su punto máximo de magia, la noche de las Conversaciones, oscura, con una luna tímida de retirada rápida, el Señor M con su rara magia felina casi, se había esfumado y un nuevo viaje hacia donde las almas se tocan, se miran, como un arte infinito, como las olas y el mar, interminable ir y venir… como las olas, en una prisión…mar adentro… sin final…
©LobosMagazine LM™ 2020 José Luis San Román - Gladys Ceriani -Todos los Derechos Reservados-
“…De cada mirada, por dios
Ardía el recuerdo en mi interior
Y nadar mar adentro
Y no querer salir…
De cada mirada, por dios…”
Textos: Gladys Ceriani y José Luis San Román
LobosMagazine LM™ 2020
EDITOR: JOSÉ LUIS SAN ROMÁN
LobosMagazine es un medio totalmente orientado al público, un espacio de libertad de opinión, análisis y debate donde los dogmas no existen, tampoco las imposiciones políticas. Garantizar esta libertad de pensamiento depende de usted, de todos los lectores