La noche se ilumina más y más y aparecen las bisagras de la historia ¿Cuántas? Eternas preguntas, preguntas sin respuestas en el tiempo. ¿Es posible que sea así?
Quizá todas las cosas ya estén decididas de antemano secretamente desde algún lugar. Y quizás al menos existe un lugar tranquilo donde todas las cosas van fundiéndose, unas sobre otras, hasta conformar una única imagen. Y quizás a medida que vamos viviendo no hacemos más que descubrir, una tras otra, como si tirásemos de un hilo muy fino esas coincidencias. Y tal vez sea como cerrar los ojos e intentar recordar el mayor número de cosas bellas. Intentar retenerlas en las manos… aunque sólo fuera un instante, un infinito instante…
Nuestra existencia es una sucesión de instantes amarrados entre lo que queda atrás y lo que tenemos por delante.
Y la vida al igual que una raíz y por pequeña que sea la parte que asoma a la superficie, si nos ponemos y tiramos de ella, no para de salir. La conciencia humana vive en profundas sensaciones, percepciones... y tal vez, es enredada, compleja… y hay demasiados elementos poco comprensibles ¿puede ser así? y sabemos que sólo cada uno de nosotros puede conocer sus verdaderos motivos... ¿sabemos?... Tal vez sí, o Incluso puede ser que no los conozcamos. Y podrán ser relatos que se puedan ver como algo llamado relatividad, pero… y entonces surgen mil momentos y posiblemente algunos al revés y con una carga tan intensa como los vientos que soplan las alas que permiten vuelos y llevan a la realidad de un mundo particular. mil momentos, infinitos momentos, que estaban ahí … tal vez, seguramente sí y que a un lado u otro lado y aun en otro de esos mundos es tan real como real sean los deseos, ese andar en el borde y el vacío ahí nomás. Y puede ser que la vida sea una serie de consecuencias de interminables cadenas de sucesos deseados, sentidos, en vuelo hacia lo real… tal vez.
Y tal vez… solo tal vez los encuentros que ya están marcados por el destino tienen su viaje en el tiempo y sus líneas paralelas tienen su cruce y su unión… Y es posible seguramente descubrir la fortuna que se esconde dentro de uno mismo y reconocer el corto camino que marca el destino, ese volar sin amarras y con todos los sueños posibles, seguramente sí, y tal vez es llegar a ese lugar inesperado pero signado por el destino, en donde tímidamente y sin palabras dichas, sin palabras vacías surgen tormentas a veces calmas, frágiles y sensibles, como nadie ha visto nunca ¿nunca? ¿Es posible? Y… en otros momentos esas tormentas aparecen de la nada con solo mirar adentro, sin tiempos y con tiempos, para pensar, para cambiar, para brillar, para sueños… Y será ese espectáculo de luces y sombras como partir a otro lugar. Y todo está dentro de uno, y seguirá aquí, allá, y otro más allá….Un espectáculo de luces y sombras, eternas… tal vez. - DEL EDITOR -
Conversaciones
Con Gladys Ceriani
Mientras se producía el intercambio, el pasaje de la noche a la hora más noche aun en que se hace palpable el cambio y otra vez viernes y quizá porque era un tiempo raro en un país raro, en un mundo raro, y simplemente se trata de octubre y todo tan previsiblemente incierto, apenas caprichos del azar y el día de las Conversaciones navegaba otras horas nuevas. Un abanico de párrafos de conversaciones pasadas se venían al frente a la luz, y me había dicho “Siempre la búsqueda constante en lo más profundo de mi ser y me encontré saliendo del naufragio, después de atravesar mares tumultuosos, y ya no había candados, ni ataduras”… y había afirmado y se había preguntado “Es un nuevo despertar, distinto, diferente. ¿Cuál fue la razón? ¿Serán solo momentos?”, y soltado un pensamiento en voz alta apenas audible “Momentos, de eso se trata… Los sentidos se purifican y comienza un torbellino de sensaciones, hasta ayer apagadas” y vuelto a preguntarse una vez más “¿Ese será el rumbo? Solo momentos entre sentidos y sensaciones, nada vuelve atrás, nada sabemos de mañana, solo este instante, frente a estas hojas…” Y un anochecer caminando y hablando con el Misterioso Señor M, una larga reflexión de otra cara conocida: “La vida es curiosa, ¿no crees? A veces, cuando observamos las cosas al cabo de un tiempo o desde una perspectiva un poco diferente, es como tener todo al alcance de una mirada en la ventana”, nos había dicho una mujer, la misma que algunos pensamientos tal vez propios había regalado en alguna coincidencia en el ascensor camino a la calle; y pensaba que las palabras escogen los momentos y a veces prefieren el silencio y a veces deciden callar y así y todo alcanzar lo que buscan como flotando en espiral; y se aproximaba otra noche de Conversaciones, y en la silenciosa compañía del Misterioso Señor M, que miraba sin hablar y entendiendo todo, y como un dandy se acariciaba su fino bigote, eterno y natural y ya el día-noche se encaminaba a otra dimensión en las Conversaciones.
Y en camino otra noche más, de las Conversaciones, las calles como siempre semivacías, como en una nebulosa, los fresnos siempre ahí en su firmeza y ya demostrando toda la nueva sangre de una etapa más, siempre mudos testigos de todo y el casi fantasmal recorrido hacia aquel Bar, el último de los bares, el inefable taxista extranjero y su acento cada vez más familiar en las calles y ya llegando a aquel Bar, nos deja sus esperadas frases y dice “amigos… vamos, que estamos aquí en la vida pa´ gozar, que nos quita el frío y nos hace sentir vivos…” y nos deja en el Bar… Ella y su primer cigarrillo antes de entrar y la nueva compañía del Misterioso Señor M, que ya estaba esperándonos, con esa mirada casi felina, un dandy… Y una nueva noche de las Conversaciones y siempre flotando la eterna pregunta ¿puede ser que la respuesta sea no preguntarse por qué?
Y una Luna…
…y el Infinito
Un relato de Gladys Ceriani
Una luna clara, brillante, inmaculada ilumina la noche y es tan diferente está noche que pude sorprenderme con una visión imponente y detengo el tiempo para admirar frente a mí ese espectáculo de luces y sombras, luces que aparecen y sombras que desaparecen a través de los finos cristales de la ventana a un lado y al otro lado.
Una Luna clara, brillante, inmaculada y eterna como la lluvia, a un lado y a otro lado. Será ese espectáculo de luces y sombras como partir a otro lugar. Y todo está dentro de uno, y seguirá aquí, allá, y otro más allá.
Un espectáculo de luces y sombras, eternas.
Solo puede ser visto cuando ella brilla a un lado y en un segundo todo cambia, al otro lado, solo iba a ser una noche más, pero no, es tan distinta, apareció de la nada y la imaginación es fiel testigo de los pensamientos como una suave brisa que sopla mis alas y la sensación de saltar al vacío sabiendo volar por lugares sin retorno, con ilusiones mágicas, únicas, propias, más poderosas que cualquier cosa inventada y perderse con esa fuerza que lleva a direcciones contrarias, sin normas y a un vuelo de libertad interior.
La noche se ilumina más y más y aparecen las bisagras de la historia ¿Cuántas? Eternas preguntas, preguntas sin respuestas en el tiempo. ¿Es posible que sea así?
Puedo pensar y pensar ¿si hay un punto en que coincidan lo increíble y lo exacto? ¿Ya estaba escrito? Es posible que sea como la eternidad. Y ante esa eternidad, la belleza de cada instante.
Y cada instante, que suma pasiones, deseos, sensaciones, donde todo parece al borde de un abismo; y pasada la tormenta, llegan vientos de alivio y se deja que los sueños se apoderen de los deseos…
El deseo de esa dirección es inevitable, pequeños silencios se encadenan y aparecen las palabras. Palabras que quieren ser escritas sin permiso, solo se trata de la vida, apenas y casi nada, apenas la vida, como esos cócteles que se mezclan y siempre son sabores diferentes en un sin fin de variedades y se juntan en un solo lugar y juntos pueden descubrir el borde de un abismo o saltar al vacío sabiendo volar hacía nuevos horizontes con lunas brillantes y llegar a ese mundo de amadas palabras que quedan aquí y ahora entre mayúsculas, puntos y comas
Gladys Ceriani
Desde algún lugar del tiempo
Oct 9 2020 Gral Las Heras BA Argentina
“La vida es curiosa, ¿no crees? A veces, cuando observamos las cosas al cabo de un tiempo o desde una perspectiva un poco diferente, es como tener todo al alcance de una mirada en la ventana”, las palabras que me había dicho esa mujer en el ascensor. La vida es curiosa y en el mundo particular de aquel Bar, el último de los bares todo era más curioso aún si quien observa ancla y ata su imaginación en algún lugar “será que muchos de nosotros vamos caminando la vida como dejándonos llevar por nuestras pasiones y será que adonde estas nos lleven finalmente es algo que nosotros no conocemos” nos había dicho en alguna noche el eterno hombre de la barra y pensaba que en las personas ante una realidad no común, su conciencia pueda tomar el lugar de la imaginación y ya en la mesa de siempre con el mar de papeles y letras y palabras por unir, Ella enciende otro cigarrillo y trae algo dicho antes “… y salir cada noche y buscar estrellas que brillen iguales, es imposible pero es necesario intentarlo una y otra vez, no puedo olvidar ese instante aunque quisiera”.
Y pensaba si es posible que dos almas estén más cerca aun de un lado y otro de un cristal, a un lado y a otro, incluso aun con distancias irreversibles como el tiempo imposible de revertir, y cuando tal vez esas almas simplemente saben que existen, que existían, que por alguna razón o sinrazón del destino viajaban en paralelos y un día en algún momento se incumplen algunas leyes y las paralelas se cruzan hacia el infinito y ese infinito se reinicia a partir de una metáfora o de infinitas metáforas
¿La vida es curiosa no crees?
“Me pregunto eso una y otra vez… como eso de salir una vez, otra vez y buscar estrellas que brillen iguales, ¿puede ser imposible? Pero no lo es, y así una y otra vez y no olvidar ese instante aunque quisiera” “¿Dónde estabas? puede ser la eterna pregunta, a un lado y otro…”
“Una luna clara, brillante, inmaculada ilumina la noche y es tan diferente está noche que pude sorprenderme con una visión imponente y detengo el tiempo para admirar frente a mí ese espectáculo de luces y sombras, luces que aparecen y sombras que desaparecen a través de los finos cristales de la ventana a un lado y al otro lado”.
“¿Sabes que creo, que pienso? Que a veces lo que parece un imposible, a la mayoría nos da un motivo una inspiración, como que lo sueños de una gran mayoría de personas pocas veces es posible que se consigan…Que las personas buscan, buscamos el poder lograr el máximo de los deseos posibles, intentando al menos lo que esté al alcance para lograrlo”
Pienso que somos así como las fases de la Luna
“La eternidad de la Luna y de la lluvia, así lo veo tal vez; como en una mañana, la ventana y esas gotas de lluvia y motivos que impulsan a ilusiones, fantasías y sentir otra fuerza, más de lo pensado, y es solo atreverse, será por una sensación de las mejores palabras escuchadas al oído. Y pensar que solo el universo es una constante y que todo está escrito de antemano o signado por algo o por alguien… puede ser”
“Una Luna clara, brillante, inmaculada y eterna como la lluvia, a un lado y a otro lado. Será ese espectáculo de luces y sombras como partir a otro lugar. Y todo está dentro de uno, y seguirá aquí, allá, y otro más allá.
Un espectáculo de luces y sombras, eternas.”
Un espectáculo de luces y sombras no? y que no significa que se trate de si es mejor o peor, que otras cosas… pero ¿de qué? ¿Alguien puede decir qué es lo mejor y que es lo peor? ¿Se puede oponer resistencia a la corriente? ¿Hay que fluir hacia arriba cuando la corriente lleva hacia arriba? ¿Y hay que ir hacia abajo cuando es hacia abajo?; y será que cuando se deba ir arriba, hay que buscar el pico más alto y subir, y cuando sea hacia abajo, buscar el abismo más profundo y descender hasta el final, hasta el fondo…¿y cuando no haya corrientes? Si es que no las hay, habrá que quedarse sin movimientos, pero siempre hay corriente que nos lleva como se lleva la lluvia, como se lleva esa Luna. Y… siempre es un espectáculo de luces y sombras
“Que…”
“Solo puede ser visto cuando ella brilla a un lado y en un segundo todo cambia al otro lado, solo iba a ser una noche más, pero no, es tan distinta, apareció de la nada y la imaginación es fiel testigo de los pensamientos como una suave brisa que sopla mis alas y la sensación de saltar al vacío sabiendo volar por lugares sin retorno, con ilusiones mágicas, únicas, propias, más poderosas que cualquier cosa inventada y perderse con esa fuerza que lleva a direcciones contrarias, sin normas y a un vuelo de libertad interior.”
Y se produce un momento un instante en que todo se capta se percibe, como si ya estuviera instalado, como extensiones, como uniones hacia un lado y hacia el otro, conexiones naturales, vaya uno a saber originadas dónde, originadas en que mundo, se unen fragilidad con fragilidad, dolores con dolores, alegrías con alegrías, todo en uno, casi como ese espectáculo infinito de la Luna y la noche o como llega una simple gota de agua de lluvia, no se sabe cómo pero ya estaban. Algo así como una invasión que lo cubre todo a uno y otro lado y que saca a la luz esas capas de pintura original, de la obra original, como una invasión posiblemente. Una invasión hacia un lado y otro, sin avisar, así como la noche
¿No?
“La noche se ilumina más y más y aparecen las bisagras de la historia ¿Cuántas? Eternas preguntas, preguntas sin respuestas en el tiempo. ¿Es posible que sea así?”
¿Sin respuestas o con respuestas? ¿Hay un punto de partida?”
Puede ser que haya un punto en el tiempo
¿Un instante en el tiempo tal vez?
“Puedo pensar y pensar ¿si hay un punto en que coincidan lo increíble y lo exacto? ¿Ya estaba escrito? Es posible que sea como la eternidad. Y ante esa eternidad, la belleza de cada instante.
Y cada instante, que suma pasiones, deseos, sensaciones, donde todo parece al borde de un abismo; y pasada la tormenta, llegan vientos de alivio y se deja que los sueños se apoderen de los deseos…”
Los deseos… es posible decir o pensar que al evocarlos, hacerlos volar irán tomando fuerza, que cuanto más se evoquen más intensidad y vida cobran; como el combustible que permite seguir, como un juego innegable en la vida. Y será porque en la vida hay cosas siempre, demasiado complejas y por qué no demasiado simples que resultan complejamente simples como para explicarlas en cualquier idioma, y se comprendan. Y posiblemente eso que apareció “de la nada” y “la imaginación” testigo de esos pensamientos como esa brisa que sopla las alas y esos saltos al vacío llevan a esos vuelos hacia lo que sugieren los deseos en un andar infinito de instantes continuos cuando todo es nada en la mente y todo tiene dos sentidos a un lado y otro y de búsquedas y esperas, como alertas. En una dirección, en otra dirección en un eterno infinito
“El deseo de esa dirección es inevitable, pequeños silencios se encadenan y aparecen las palabras. Palabras que quieren ser escritas sin permiso, solo se trata de la vida, apenas y casi nada, apenas la vida, como esos cócteles que se mezclan y siempre son sabores diferentes en un sin fin de variedades y se juntan en un solo lugar y juntos pueden descubrir el borde de un abismo o saltar al vacío sabiendo volar hacía nuevos horizontes con lunas brillantes y llegar a ese mundo de amadas palabras que quedan aquí y ahora entre mayúsculas, puntos y comas”
Y la noche en aquel Bar, el último de los bares, siempre por llegar a su punto máximo, pero siempre hay más, lugar de las reflexiones de las almas, de los deseos, de las pasiones, de lo que hace sentir vivos a quienes buscan los destinos escritos y escribir nuevos. Y será tal vez como decía uno de los eternos amigos de la barra y sus diálogos en la noche “que la experiencia de las personas, la existencia es como una sucesión de instantes amarrados entre lo que hay hacia atrás y los que tenemos por delante”, y el tiempo fue estirándose lentamente como los pasos de la noche al día, todo destila Jazz en aquel Bar, se escuchaba “Crescent” de la infinita magia de John Coltrane y los amigos de la barra con sus últimos tragos, y el Misterioso Señor M, dormitaba con la música y afuera ya la noche estaba en estado confuso consigo misma y un nuevo viaje a ese otro mundo y con los fresnos testigos mudos, eternos y cómplices vigías ostentando sus nuevos tonos esmeralda y un nuevo viaje silencioso y lunar, silencioso y fugaz, hipnotizante, en cámara lenta, un recorrido intenso por parajes casi lunares, cuando las líneas paralelas se cruzan, girando hacia un lado y hacia otro lado.
©LobosMagazine LM™ 2020 José Luis San Román - Gladys Ceriani
“…Se abre la tierra
Y se alzan los mares
Al compas del volcán
como un vicio…”
LobosMagazine LM™ 2020
EDITOR: JOSÉ LUIS SAN ROMÁN
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