Este sistema, de políticos que están interesados en dividir a la sociedad generando problemas para luego presentarse a las elecciones ofreciendo soluciones
Pais fallido... De quién es la culpa?
No deja de resultar tremendamente chocante el desparpajo con el que diputados, senadores, presidentes, ministros y secretarios de Estado nacionales, provinciales y municipales de todo pelaje y condición hacen gala de la más absoluta de las ignorancias. Y ahora que se nos viene encima el proceso electoral más largo y asfixiante que uno recuerde, no estaría de más recordar lo “poco leídos” que son muchos de los que se presentan y la pereza mental que destilan cada vez que abren la boca. Sumado a una falta total de respeto a quienes dicen representar. Y sumado también a una total falta de responsabilidad, de no hacerse cargo de nada, nunca. No cabe ninguna duda que el electorado responda mejor a ideas-fuerza, eslóganes y frases ingeniosas pero huecas, vacías, sencillas, carentes de algún sentido racional y que con ello ganen más votos. Ahora? Es imprescindible que el supuesto andamiaje intelectual que se supone las sustenta sea de tanta pobreza, tan carente de lógica, tan falaz? Y de dónde se supone que llega esta gente a estar en la cosa pública? Y por qué al ciudadano que trabaja y produce aparentemente no le molesta esta situación? Porque también es su responsabilidad no? De quién es la culpa?
La culpa es nuestra
La misión de la Política y de los políticos es convencer a la gente de que pueden solucionar sus problemas mediante las leyes y luego aplicarlas. Aunque evidentemente no mediante leyes que garanticen la libertad, porque entonces la actividad de los políticos acabaría rápidamente.
Es evidente que un sistema de libertad, de individuos libres tiene fallos y errores. Entonces la política puede y debería ser un buen medio de corregirlos. Pero dentro de unos límites, puesto que la Política y los políticos también cometen errores. Ahora… ¿los políticos están interesados en una acción limitada de la Política? NO, ni siquiera tienen como objetivo la solución de los problemas. Los políticos están más interesados en crear tensión. Por lo menos los malos políticos, que son casi todos en Argentina. No todos. CASI TODOS.
Problemas.
Los políticos sobreviven de ofrecer a la gente soluciones a sus problemas. Pero muchos de los problemas los han creado los políticos, otros son inexistentes y desde luego nunca solucionan los que pretenden solucionar.
En este país, Argentina, éstos políticos de todos los colores llevan prometiendo que acabarán con el desempleo, con la pobreza, con la criminalidad desde hace más de 30 años… tenemos la tasa de desempleo entre las más altas de toda América Latina, (según estadísticas del Banco Interamericano de Desarrollo BID a julio 2018) apenas superados por Colombia y Brasil. Y así sigue, pero los venidos a la política como coto de caza, “los políticos” siguen prometiendo lo mismo siempre y gastando miles de miles de millones de pesos en nada, sólo en beneficio de la demagogia y el clientelismo para sus votos. Como si fuera poco, además de no solucionar el problema de la desocupación y la pobreza, que es lo acuciante hoy, esos políticos se dedican a fomentar, generar toda clase de problemas… y luego ofrecen soluciones que nunca jamás solucionan nada. ¿De quién es la culpa?
Pero veamos algunos problemas:
1-Desigualdad, los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres, fomentar el “odio al rico”.
Resulta que:
Soportamos y tenemos una de las presiones fiscales más altas del mundo. Un Estado que dispone de decenas de miles de millones de pesos, o dólares como más le guste, con que afrontar, solucionar el problema. Pero lo gasta en sí mismo. Demagogia, clientelismo. Es falso que lo que se llama comúnmente “ricos” sean cada vez más ricos y los pobres más pobres. Falso. Lo que si hay es un problema y es el de ¿cómo es posible que el Estado con la cantidad de dinero que recauda no sea capaz de acabar con la pobreza?. ¿no sabe o no quiere?
2-Hombres contra mujeres / mujeres contra hombres. Vivimos en una sociedad machista. Decenas de mujeres mueren cada año víctimas de sus parejas, otras miles sufren abusos. Las mujeres padecen un “techo de cristal” que les impide acceder a los altos cargos en las empresas.
Resulta que:
El Estado ya gasta millones en el tema. Las leyes no discriminan a las mujeres, en cambio sí discriminan a los hombres. La igualdad ante la ley y en la sociedad no necesariamente va acompañada de igualdad en los resultados. Se debería aceptar algo tan elemental como que los hombres y las mujeres no son iguales. Por más que le busque la vuelta es así. Solo existe la igualdad ante la ley. Un muy alto, altísimo porcentaje de los hombres no maltrata a su pareja, la mayoría la quiere y la apoya, también hay mujeres que maltratan e incluso matan a su pareja. No tiene sentido hacer una causa general contra los hombres por un 1 %, un 2% violento, términos como “violencia machista” son simplemente repugnantes e incitan al odio.
3-La pobreza y la falta de educación son un factor fundamental en el maltrato en la pareja, nuevamente ¿Qué hace el Estado con la cantidad de dinero que recauda?
Austeridad vs crecimiento o estímulo. Las políticas de austeridad maltratan e incluso matan a las personas. El Estado del bienestar está siendo desmantelado, por eso pasan estas cosas.
Resulta que:
A pesar de las protestas de determinados grupos de presión, fundamentalmente funcionarios que viven de programas ad hoc, la pretendida austeridad es falsa. Los gastos públicos en educación o sanidad por persona son los mismos o superiores que la media de las últimas décadas; podrá fluctuar, claro, pero en términos generales no hay variación. Los gastos en programas, planes, pensiones, subsidios o como quiera llamarle, a los desocupados, no incluidos, etc, se han disparado en los últimos diez años. No les importa la dignidad que le roban a la gente. NO. ¿De quién es la culpa?
Las denominadas políticas de estímulo ya han sido probadas y sus resultados han sido mínimos y temporales, al final lo único que tuvimos y tenemos es más déficit, más deuda y más intereses que pagar.
Federalismo. La Capital nos roba. “Exigimos nuestra autodeterminación federal”
Resulta que:
Gobernadores e intendentes han preferido siempre hacer de cuenta que la situación no era (o no es) tan alarmante y que todo se supera a poco de andar, paciencia y buena onda. Algunos otros, en pose más combativa optan por posturas “hostiles” y se “plantan” desde un lugar político de resistencia a los eventuales cambios que pueden surgir desde el ámbito nacional. Pero en definitiva el mentado federalismo les un importa nada. NADA. Solo les importa su feudo. Y luego solo saben pedir al gobierno central. Y al gobierno central tampoco le interesa el federalismo. Es una manera de sojuzgar a los cortesanos de turno. Que solo tiene en mente eso del federalismo cuando se trata de empanadas y vino o alguna situación telúrica a la medida.
Las autonomías provinciales, federales, tienen poderes amplísimos y gastan decenas de miles de millones en…. vaya uno a saber, pero lo que sí está claro es que a estos políticos “nacionales” “federales” nunca les ha interesado la “autonomía” más que para provecho propio. Sólo que lo políticamente correcto admite discursos acerca de las luchas por el federalismo y las identidades regionales y una serie de argumentos inexplicables a esta altura de la humanidad.
Jubilados/Pensionados. “Las jubilaciones y pensiones están en peligro.”
Resulta que:
El sistema de jubilaciones y pensiones defendido por la mayoría de los políticos era insostenible desde el momento en que para que funcionase era necesario que, de promedio, cada familia, cada mujer tuviese tres, cuatro hijos o que todo el mundo se muriese a los 75 años. Y eso no sucede desde hace casi 50 años. Pero no les importa. Sólo buscan recaudar. ¿Para quién? … Adivine. ¿De quién es la culpa?
Intolerancias, grietas y otras yerbas. “Hay un peligro de vuelta al fascismo.” “Hay que dividir en buenos y malos” “Dividir a los ciudadanos como sea”.
Resulta que:
A la mayoría de los argentinos el tema le resulta indiferente, no es su preocupación central. No existe ninguna amenaza fascista, aunque parezca que sí. Aquellos que participaron en las épocas oscuras de la Argentina, o están muertos o tiene ya más de 80 años. De hecho la mayoría de los argentinos tenía apenas unos años, o nacía en los años del advenimiento de la democracia en 1983/84.
Así que utilizar enfrentamientos pasados, odios, mesianismos violentos o guerras lejanas y fratricidas en la que distintas facciones o bandos cometieron atrocidades para dividir a los argentinos es algo miserable.
Fumadores contra no fumadores. El tabaco mata, hay que proteger a la gente y prohibir su consumo en todas partes.
Resulta que:
Por supuesto que el tabaco, como las demás drogas legales y no legales, mata, eso lo sabe todo el mundo, se supone y lo ponen bien claro en los envases. Pero como droga legal, la gente puede consumirla bajo su propia responsabilidad. Mientras las llamadas drogas no legales, son ilegales sólo por el hecho de no pagar impuestos. Hasta que se animen impulsados sólo por un fin recaudatorio. La salud? Bien gracias. Soluciones al problema del fumador pasivo? es muy sencilla: libertad. Los propietarios de los establecimientos deben decidir si se puede fumar o no en sus espacios. Es seguro y evidente que la mayoría de ellos decidirán prohibir fumar en sus propiedades/locales: alimentación, artículos de limpieza, ropa, zapatos, libros, joyas, ópticas, dentistas, seguros, viajes, electrodomésticos, informática, herramientas, muebles… en todos esos sitios por higiene, seguridad y por no perder clientes lo más probable es que los dueños prohíban fumar sin que sea necesario ninguna ley.
Y en casos como un bar o un casino u otros lugares de esparcimiento es más probable que haya empresarios que opten por dejar fumar o por establecer sitios para fumadores y no fumadores. La pretensión de los antitabaco de prohibir fumar en todas partes va contra la libertad de la gente. Nadie obliga a alguien ir a un casino o a un bar donde se permite fumar. Es normal que en un edificio público (del Estado), donde la gente tiene necesariamente que entrar, se prohíba fumar para no dañar a los no fumadores pero nadie obliga a entrar en un bar, una discoteca o un casino. Ni hablar que a alguien se le ocurra instalar un bar o un restaurante exclusivo para fumadores, ¿qué pasaría?
No se está hablando de salud, se está hablando de libertad de las personas, se está hablando de cinismo, que controla, regula y recauda.
Y así estamos
Ricos contra pobres, hombres contra mujeres, mujeres contra hombres, contribuyentes contra funcionarios, centralistas contra federalistas, desarrollistas contra ecologistas, jubilaciones/pensiones públicas contra inversión privada, librecambistas contra proteccionistas, fascistas contra antifascistas, fumadores contra no fumadores… y viceversa.
Es el mundo en que nos quieren hacer vivir esta gente, los partidos políticos mantenidos por el Estado, los venidos a la Política para vivir del Estado. Un mundo donde, por supuesto, ellos nos protegerán con sus leyes, reglamentos, comités, observatorios, comisiones, organismos, institutos, oficinas…etc, etc, del otro que nos amenaza. Ese es el mundo que quieren, un mundo donde cada vez deberemos entregarles más libertad a cambio de menos riqueza. Un mundo donde toda la gigantesca maquinaria política y burocrática nos cuesta una fortuna. Porque nunca se hacen responsables de los desastres económicos, sociales y culturales que producen sus acciones. ¿De quién es la culpa?
Conclusión.
Este sistema, de políticos que están interesados en dividir a la sociedad generando problemas para luego presentarse a las elecciones ofreciendo soluciones.
Un sistema de políticos que siempre están exigiendo más leyes y más dinero pero nunca solucionan los problemas.
En definitiva la Política y los políticos, que conocemos hoy se ha convertido en el auténtico problema.
Y sin embargo…
La gente sigue votando a los políticos. Así que tenemos los políticos y la Política que nos merecemos. ¿De quién es la culpa?
¿Hay gente buena en la política? SI. Pocos, pero siempre hay, puede que sea una esperanza o un ejemplo a seguir.
Pero vivimos en una época en que la gente no asume sus responsabilidades, la culpa siempre es del otro, del político, de la crisis, de los bancos, de los chinos, de los paraguayos, de los bolivianos, de los venezolanos ahora, de los cortes de calles, de los extorsionadores de turno, del calor, del frío, que es corta o que es larga… ¿De quién es la culpa?
A pesar de todo… aún estamos a tiempo. Dejar atrás todos los enemigos, mediocridad y vulgaridad. Dejemos de lado los clichés de las paranoias, de que siempre hay un enemigo que vencer. Aún estamos a tiempo. Aunque quede la duda, de un futuro mejor.
“Te puedes vender
Cualquier oferta es buena si quieres poder
Qué fácil es
Abrir tanto la boca para opinar
Y si te piensas echar atrás
Tienes muchas huellas que borrar
Pierdes la fe
Cualquier esperanza es vana y no sé qué creer
Entre dos tierras estás…”
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