Ah... una cosita más, sabes Carlita? tu ex me insinuó que el perro que tenían juntos Luisito, me dijo que lo llamaban, te extraña... no me van los pelos de perro ni los histéricos, sabes?
Carlos, Luis y el fantasma machista
Viernes, 10 de agosto
Hola Carla
Buen día, linda. Que tema complicado el de nuestros ex. Con tu ex Luis nos vemos más seguido de lo que yo quisiera. Siempre a las disparadas los miércoles en el club. Cuando sus amigos están saliendo de la cancha de fútbol cinco me lo cruzo cuando entramos nosotros. Venía zafando este miércoles. No lo había visto hasta que llegué al vestuario. Vos pensarás que lo hicimos a propósito, pero no. El vestuario es grande y coincidimos en el mismo metro cuadrado. Espalda con espalda. Casi siempre él yéndose a las duchas, yo ajustándome las vendas. Se ve que este miércoles, mirá vos que semanita para nosotros con los ex, él tendría necesidad de hablar y yo tendría algunos minutos de paciencia por vencer. Se entabló un monólogo dialoguista casi interesante. Casi por el tema en sí. Interesante porque la protagonista eras vos. De la nada Luis me preguntó, mientras se sacaba las medias, como andaba lo nuestro. “Te referís a Carla y yo”. Haciéndome el desentendido. “Y sí. No va a ser entre nosotros”, me respondió y noté cierto nerviosismo en la respuesta. Asocié algo que me habías comentado en su momento con respecto a su accionar varonil y que nunca más quisiste aclarar. “Bien” le contesté obligándole a tomar la iniciativa si es que quería seguir con el tema. Y arrancó con una pregunta que me incomodó: “¿Sigue siendo la Carla que yo conocí? Y dejó de desenrollar la venda que le cubría el tobillo para esperar la respuesta. “No Luis. Ha evolucionado”. Se lo dije despacio, viste, como para que lo piense y después le di el golpe de nocáut “Tiene el espacio que necesita y se merece”. A esta altura tu presencia se hacía notoria. Seguramente el miércoles te habrán zumbado los oídos. Y el guacho en vez de aceptar la derrota, pegó un manotazo de ahogado “No Carlos. Yo te pregunto si en la cama sigue siendo la misma”. Le contesté si era pelotudo o si quería que le rompiera la cara a trompadas. La sonrisa de costado que le vi, me dio a entender que había logrado su objetivo: sacarme de quicio. Y debe ser por lo mucho que te quiero, por lo mucho que te respeto que no le contesté lo que le tendría que haber contestado. Y le empecé a decir que eras una buena alumna. Una excelente discípula. Que le faltó por mucho tiempo alguien que la guie. Mirá, ahora que lo estoy escribiendo me doy cuenta que por no ensuciarte a vos me colgué las medallas del kamasutra yo. Sabrás que se lo dije sin la más mínima intención de menoscabarte y mucho menos de incomodarte. Viste como somos los hombres.
En definitiva Carla, si no nos separaban los muchachos, todavía estaríamos dirimiendo nuestras diferencias con respecto a ciertas actitudes entre sábanas y almohadas.
Bueno Carla, espero que esto no te moleste por no habértelo dicho en su momento, pero me pareció un buen tema para la notita. Además vos con el asunto de mi ex no te quedaste atrás.
Voy a dejar este escrito, que no me costó tanto escribir, sobre el jogging que usas para correr por el parque.
Los otros dos temas que tratamos con tu ex no te los adelanto por este medio. No me parecieron demasiados serios y los dejo para desarrollarlos cara a cara. Como lo hacemos siempre. Tienen que ver con las veces y tamaños. Cosa de hombres, sin importancia. Porque como vos lo dijiste: “Dialogo no nos falta”.
Tendríamos que dar por terminado este temita de nuestros ex. Creo que no nos hace bien. Aunque a vos te debe costar más que a mí. Por Rocío, digo. Sé cuanto la querés y que con la madre por suerte, cierta relación tenés.
Ah, otra cosita, tu ex me insinuó que el perro que tenían juntos, Luisito me dijo que lo llamaban, te extraña. Y antes que nos agarráramos a trompadas yo le había dicho que hablara con vos para que se pongan de acuerdo en un régimen de visitas. Sin querer ser aguafiestas te recuerdo que soy alérgico a los pelos de perro. Se llame como se llame.
Carlita, la seguimos en la cena de los sábados.
José Pepe Juliá
Los Cuentos de Pepe 2018
“estoy…hasta la coronilla
Ya no soy yo, fuera de mí es que me tienes
Que si vengo, que no voy
Que si estoy, que me pierdo que si tengo, que no doy
Que si estoy, que me vengo
Te dije no más y te cagaste de risa…
Y sabes qué Carlita…
Nos agarramos a las piñas
Bueno eso creí… pero me arañó!...”
LobosMagazine 2018