Hay quien busca la magia en lo lejano y complicado... Y a veces, sólo hay que mirar alrededor, y poner en valor lo simple.
Hay quien busca la magia en lo lejano y complicado
Por Marta Grañó
No valoramos lo que tenemos
Nos lo muestra la neurociencia. Con frecuencia, el cerebro nos juega malas pasadas. Percibimos el mundo que nos rodea a través de los sentidos, que pasan la información que reciben al cerebro, y es el cerebro quien se encarga de interpretarla a su manera, aunque no siempre se corresponda fielmente con la realidad.
Los neurólogos nos explican que nuestro cerebro se acostumbra muy rápidamente a lo que tenemos y deja de valorarlo al poco tiempo. Y empieza, entonces, a pensar, a buscar y a desear otras cosas. Es un modo de complicar la realidad que se produce de un modo muy generalizado.
Y es que parece que tendemos siempre a infravalorar lo que tenemos y a sobrevalorar lo que no tenemos. Y ese es un modo muy peligroso de complicar nuestra vida.
No le damos el valor que tiene a lo que tenemos cerca, a nuestro entorno ni a aquello que aparece como simple en nuestra vida.
Es como una espiral por crear complejidad en aquello que no lo necesita. Es como si muchas personas pensaran “si es sencillo… no merece la pena”.
Es muy difícil que algo llegue a ser simple.
Sin embargo, y siendo una gran defensora de la simplicidad. Es muy difícil que algo llegue a ser simple, creo que hay que ser muy bueno en algo para poder explicarlo de un modo sencillo, que las cosas bellas son las más simples, que la perfección se alcanza con la simplicidad…
La perfección al final se alcanza no cuando ya no haya nada que agregar… sino cuando ya no haya nada que quitar. Antoine de Saint-Exupéry
Las grandes cosas son simples. Aunque no todo el mundo puede verlo. Hago una reivindicación de la simplicidad, siempre. En la vida de las personas y en la trayectoria de las organizaciones. Porque aquí, en las empresas, en mi trabajo en el ámbito de la innovación también aplica.
La transformación digital no es añadir complejidad.
Inmersos en plena era de transformación digital, tecnologías que cambian constantemente, Cuarta Revolución Industrial, robotización, Big Data… con las complicaciones que ello supone.
Un mundo tecnológico que puede servir para hacerlo todo más frío, o puede servir para hacerlo todo más humano.
Y es que una de las consecuencias de este mundo digital es que nos acerca más a las personas. Disponemos de nuevas herramientas que permiten hacer cosas que nunca habíamos podido hacer.
Y toda esa sofisticación tecnológica empieza a girar alrededor de las personas, nunca como ahora se había hablado tanto de temas humanos, relacionados con sensaciones y con experiencias.
Innovación y simplicidad
Vivimos un momento en el que todas las organizaciones necesitan innovación. Esa innovación puede buscarse a través de diferentes vías; muchas veces, a través de nuevas tecnologías y nuevos desarrollos, otras, a través de cambios en los procesos y, otras, a través de las personas.
Sin embargo, sea cual sea la vía de innovación, difícilmente se conseguirá a través de la complicación. Y es que el cambio para la mejora tiene que ver con la simplicidad.
Añadir complicación a lo existente no nos conduce a innovar. Solo si somos capaces de hacer las cosas sencillas, avanzaremos.
La transformación digital va a modificar muchos ámbitos de nuestra vida: nuestro cuerpo va a recibir más servicios digitales, vamos a vestir otro tipo de prendas “wereables”, que nos acompañarán como prendas de vestir con valor añadido, los hogares y las ciudades se irán transformando, convirtiéndose en más “Smart” y las empresas ya están cambiando.
La transformación digital no se limita a digitalizar procesos o a incorporar contenidos digitales, sino que abarcará todas las esferas. Las organizaciones necesitan tener una estrategia clara de transformación digital y, para llevarla a la práctica, conseguir el talento necesario para implementarla.
Tres grandes tendencias en transformación digital
Internet de las Cosas (IoT - Internet of Thinks) será la tecnología de uso general para la transformación digital de las empresas. Cada vez hay más personas conectadas a internet a través de distintos dispositivos inteligentes, que se pueden monitorizar a distancia. Ello genera una cantidad enorme de datos que ofrecen información valiosa sobre los usuarios. El gran reto de las empresas es saber utilizar esta información.
Smart City
Cada vez más gente vivimos en las ciudades que van cada día aumentando su tamaño.
Todo ello genera la necesidad de repensar el concepto de ciudad, aprovechando las tecnologías a nuestro alcance. El término Smart Cities se empezó a utilizar para tratar temas de mejora energética, pero pronto el término pasó a aplicarse a más ámbitos. En la actualidad, existen 6 grandes ámbitos de transformación digital en las ciudades:
1.Smart People – Ciudadanía y participación ciudadana
Las nuevas tecnologías propician nuevas formas de trabajar, nuevas formas de relación social y de colaboración. Todo ello incide en cambios en las fórmulas de participación ciudadana y en las formas de organización de las ciudades.
2.Smart Living – Calidad de vida
La calidad de vida ha pasado a ser más prioritaria, haciendo referencia a aspectos que mejoran nuestro bienestar como la cultura, el ocio, el turismo y la salud (eHealth).
3.Smarth Governance – Administración
Relacionado con el primer punto: la participación ciudadana, las nuevas tecnologías están favoreciendo otros modelos de partición y de gestión de las Administraciones.
4.Smarth Enviroment – Entorno
Todo lo relacionado con la gestión de la energía, el agua y los residuos está cambiando también. La eficiencia energética ha pasado a ser prioritaria.
5.Smart Mobility – Movilidad
Una smartcity debe tener un sistema de transporte ecológico, integrado y rápido, en línea con la sostenibilidad. El ámbito del transporte se transforma a velocidad acelerada, y le afecta también todo el ámbito de economía colaborativa.
6.Smart Economy – Economía
La economía también se enfoca de un modo distinto: se priorizan temas de promoción económica y de marca de la ciudad, se promueven los productos locales, la inserción social y las iniciativas empresariales autóctonas.
Industria 4.0
La innovación en fabricación se hace visible a través de la Industria 4.0 o Smart Factory, un concepto que hace referencia a la 4ª Revolución Industrial, y que se fundamentará en gran parte en la Internet de las Cosas, su conexión mediante sensores, que permitan hacer a las máquinas más inteligentes e intuitivas para las personas.
Las nuevas tecnologías emergentes están impulsando una industria más digitalizada, con más procesos automatizados y robotizados mediante la interacción de máquinas y personas, y buscando siempre mejorar la experiencia del cliente.
Nuevas competencias
Nuevas tecnologías hacen necesarias nuevas habilidades. Las personas necesitan nuevas competencias para trabajar en este entorno. Nunca en la historia, se había necesitado un cambio de competencias para el trabajo de la magnitud como el que se requiere ahora.
Los cambios en la tecnología deben trasladarse a la empresa. La economía de esta era digital necesita de personas con otras competencias distintas a las que se han demandado en épocas anteriores.
Según el World Economic Forum, las nuevas habilidades que buscan las organizaciones son:
Resolución de problemas complejos/conflictos.
Pensamiento crítico
Creatividad
Nuevas habilidades para un nuevo entorno. Entender las implicaciones de la transformación digital e invertir en formación para adquirir nuevas competencias es algo necesario en nuestro entorno híper “volátil incierto complejo ambiguo” (VUCA sus siglas en inglés)
Muchos de los empleos actuales pueden estar pronto desempeñados por máquinas,. Sin embargo, siempre habrá una parte del trabajo que no la podrán desarrollar las máquinas. Es necesario entender que el componente humano será imprescindible en algunas áreas de este mundo robotizado hacia el que caminamos.
No se puede digitalizar el alma
Publicaba Harvard Business Review que la Inteligencia Artificial será un rival tremendamente poderoso para los humanos, que nos llevará a una carrera frenética por seguir siendo relevantes y que nos obligará a elevar nuestras capacidades ante esta competencia feroz.
Y es que las máquinas inteligentes pueden encontrar, procesar, almacenar y recuperar información mucho más rápido que las personas, pueden incluso aprender más rápido que nosotros.
Por ello, las personas deberemos diferenciarnos cada día más en todas aquellas tareas que requieran de una implicación emocional con otros seres humanos y en trabajos que requieran de pensamiento crítico, creativo e innovador.
Afrontar el desafío
El gran desafío de las organizaciones está servido: gestionar la complejidad y la variabilidad en la que se mueven, en este entorno híper “VUCA”.
Y hay dos formas de hacerlo: añadiendo complejidad a lo que se hace, o busca crear valor desde la simplicidad y el sentido común.
Lo simple suele ser más difícil que lo complejo. Tienes que ser muy bueno para llegar a ser simple y debes tenerlo muy claro para defenderlo y para exponerlo con sencillez.
Hay quien busca la magia en lo lejano y complicado…
Y, a veces, sólo hay que mirar alrededor
Y tener la inteligencia de poner en valor lo simple.
Hoy una canción de jazz, para escuchar relajadamente a última hora del día, de las que te hacen sentirte bien… y valorar el placer de lo simple.
Dolce Vita
LobosMagazine 2018
www.lobosmag.com