Me pregunto si le podrás dar el mismo valor a la escritura... Me pregunto por qué no conozco tu letra. Me gustaría descubrirla.
"Las metáforas son peligrosas; con las metáforas no se juega... ya que el amor puede nacer de una metáfora... "
Lapiceras con colesterol
José Pepe Juliá
Hola Carlos (punto y aparte).
Te escribo (coma), aunque ya no se acostumbre a escribir (coma), para que puedas ver el trazo vacilante que va tomando la lapicera (punto seguido). Que en definitiva es el pulso que le contagia mi incertidumbre (punto y aparte).
Ni el papel ni la tinta son responsables de lo que leas (punto seguido). Lo que te escribo te lo podría hacer saber con solo acercarme el celular a mis labios y silabear tu nombre para que mágicamente por el tuyo empezaras a preguntar qué me pasa (punto seguido). No tengo ni la voluntad ni el deseo de hablar (punto y aparte).
También te pondría haber mandado un mensajito por whatsapp pero mis dedos hoy no quieren tener la rapidez de acariciar tecla por tecla lo que quiero decir (ya no sé si va punto seguido o aparte o quizá valdrían los enigmáticos puntos suspensivos). Y es por eso que ambientándome otra vez con la escritura voy a obviar a decir en voz alta las acotaciones de puntuación. Porque esto no es un dictado ni nada que se le parezca.
Me tomé el tiempo de buscar en el despelope que es mi escritorio un viernes a la noche, un puto papel en blanco para garabatear lo que te estoy escribiendo. Y ni te cuento lo que fue encontrar una lapicera que respondiera a mis deseos escribientes. Se ve que la densidad de la tinta en sus venas, si una no las usa, se convierte en el colesterol de los bolígrafos. Te comento que a medida que estoy escribiendo voy notando que tenía, o mejor dicho tengo, una letra elegante y armoniosa. Ahora que nos estamos amigando con la lapicera noto que en los tres dedos conque la sostengo siento la presión de su cilindro plástico. Igual que cuando esto de la modernidad y la cibernética o como cornos se llame, no existía. Si me vieras dirías que estoy loca por hablarle a una lapicera y más desquiciada aún por estar escribiéndolo. Pero estoy sencillamente absorta a esta sensación de “infantoadolescencia”. Y me asombro al garabatear las comillas que encierran la palabra, en vez de gesticularlas en el aire con los dedos. Me pregunto si vos le darás la misma importancia a la escritura. Espero que sí. A decir verdad, a pesar de estos casi dos años que convivimos, no conozco tu escritura cursiva. Me encantaría descubrirla. Te reto a que me contestes esta carta por escrito y con tu letra manuscrita. El saber que hay especialistas que con solo ver la forma de la escritura puedan definir la personalidad y el carácter hacen más inquietante el solo hecho de empuñar una inocente lapicera. En definitiva no te estoy diciendo nada pero te he dedicado unos cinco minutos. En exclusividad. Sin ninguna interferencia sonora o visual que suelen utilizar los celulares cada vez más sofisticados y que provocan el acercamiento de los que están lejos y que nos alejan de los que están más cerca (punto y aparte).
Sí. Acá va punto y aparte para finalizar con un: Amorosamente Carla (aunque suene fuera de tono).
Posdata (dos puntos): Te dejo esta cartita en el bolsillo de tu pantalón beige. El que te pones los viernes para ir a la oficina. Espero que hoy no cambies tu rutina y la encuentres. Mañana, sobre el joggings que uso los sábados bien temprano para correr alrededor del parque, me encantaría encontrar tu contestación en un papel como el que te escribí.
Te quiero. Carla (no sé si acá va el fatídico y rotundo punto final o los sugestivos y esperanzadores puntos suspensivos…
José Pepe Juliá
Los Cuentos de Pepe 2018
“…y yo desperté
Queriendo soñarla,
Algún tiempo atrás,
Pensé en escribirle
Que nunca sorteé
Las trampas del amor…”
LobosMagazine 2018