La laguna de Lobos a diferencia de otras lagunas de Sud América, está inventariada como Humedal de Latinoamérica.
El agua y los humedales
La Laguna de Lobos en la provincia de Buenos Aires, a 15 km de la Ciudad de Lobos y a 115 de la Ciudad de Buenos Aires, considerado el principal atractivo turístico de la zona. Es un Humedal, y en él conviven diversas especies animales y abundante flora típica de los espejos de agua de la llanura pampeana. Tierras que fueron habitadas por los Querandies, también conocidos como "Indios Pampas"; nómades, cazadores, recolectores y pescadores.
La laguna de Lobos a diferencia de otras lagunas de Sud América, está inventariada como Humedal de Latinoamérica. Esta categorización como humedal responde a que sus ambientes son importantes para numerosas especies de aves acuáticas que pueblan o visitan la zona a lo largo de las estaciones del año. La conservación de este ambiente acuático y sus ambientes comunicados-relacionados, se suman a los esfuerzos de conservación de la biodiversidad de la Cuenca del Río Salado.
Los humedales son las áreas donde el agua se encuentra con la tierra: son áreas donde se acumula agua o se inundan en algunos períodos. Los animales y plantas que viven en estos ambientes están acostumbrados al agua y forman un ecosistema muy particular.
Los humedales están entre los ambientes más productivos del mundo, llenos de biodiversidad. Son el hogar natural de numerosas especies de flora y fauna y además brindan importantes beneficios económicos y sociales a las personas. De ellos podemos obtener comida, agua, materiales para construcción y producción, esenciales para quienes viven en su entorno.
¿Qué es un humedal?
Formalmente la "Convención sobre los Humedales de importancia Internacional" conocida como RAMSAR, los define como "las extensiones de marismas, pantanos y turberas o superficies cubiertas de agua, sean éstas de regimen natural o artificial, permanentes o temporarias, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluyendo las extensiones de aguas marinas cuya profundidad en marea baja no exceda los seis metros".
Los humedales en Argentina
En Argentina el área con humedales alcanza los 600.000 km2; esto es un 21,5 % del territorio nacional.
Los podemos encontrar principalmente en el sector noreste del país, en la llanura Chaco Pampeana y en la Cuenca del Plata. Los humedales se asocian a los valles de los ríos, depresiones del terreno o al pie de las sierras y montañas.
Algunos humedales son muy conocidos por sus atractivos turísticos, por las actividades que se desarrollan en sus alrededores o por las ciudades que los rodean. El sistema del Plata, abarca todo el corredor de los rios Paraná y Uruguay, desembocando en los extensos humedales de la región del Delta del Paraná.
En la zona noreste se destacan los grandes sistemas de humedales, como el bañado "La Estrella" en Formosa, los emblemáticos Esteros del Iberá en la provincia de Corrientes. Y principalmente lo que nos compete, los humedales del área de la cuenca del Río Salado en la región de San Miguel del Monte, Lobos y las lagunas de Chascomús en la provincia de Buenos Aires.
¿Por qué conservarlos?
Los humedales son indispensable para la vida por los servicios que nos brindan: desde el suministro de agua dulce, alimentos, materiales para la construcción, medicinas naturales, hasta el papel que cumplen en la regulación de las crecidas de los ríos, la recarga de aguas subterráneas y la adaptación al cambio climático. Nos brindan importantes bienes y servicios necesarios para nuestro bienestar.
Naturaleza: son refugio de flora y fauna, como las aves acuáticas, peces, anfibios, reptiles y mamíferos. Diversas comunidades vegetales viven asociadas a los humedales, creando paisajes maravillosamente diversos y únicos.
Reducción de emisiones de dioxido de carbono: los humedales almacenan carbono en elevadas cantidades. Mediante la conservación de los mismos es posible obtener grandes beneficios en términos de mitigación y adaptación al cambio climático.
Agua potable: los humedales son la base para la producción de agua dulce y además funcionan como un enorme riñón, cumpliendo un importante papel en la depuración de las aguas.
Alimentación: muchos de los humedales suelen ser los motores de la economía local, donde el acceso al agua dulce brinda posibilidades de desarrollo, tanto productivo, como de recreación y turismo.
Reducción de desastres: los humedales protegen las costas y amortiguan las inundaciones, reduciendo los picos de crecida de los ríos. Retienen el agua después de las lluvias actuando como una esponja, para luego liberarlos lentamente. El riesgo de inundaciones aumenta a medida que los humedales pierden su capacidad de almacenamiemto de agua de lluvia.
La Ley de Humedales
Los humedales de Argentina se encuentran en emergencia debido al cambio de uso del suelo que suponen variadas actividades humanas. Por ello, es urgente que se sancione una ley que haga de su cuidado y conservación un hecho real y promueva su uso racional.
Hace cuatro años que el Congreso Nacional viene tratando sin éxito la aprobación de una ley de humedales. Es necesario que los legisladores logren mediante el consenso, la rápida sanción de una norma de presupuestos mínimos que atienda el serio retroceso de los humedales de nuestro país.
Existe actualmente un proyecto de ley en la Comisión de Medio Ambiente del Senado que dispone estándares mínimos para la conservación, protección, restauración ecológica y uso racional y sostenible de los humedales a fin de preservar los servicios ecosistémicos que estos brindan. Establece para ello, como pasos necesarios, la realización de un inventario nacional y de un ordenamiento territorial de los humedales en el marco de un proceso participativo. Sin embargo, el tratamiento del proyecto se encuentra frenado desde inicios de este año pese al anuncio del Presidente Mauricio Macri con respecto a la necesidad de la sanción de tal norma, el pasado 2 de febrero con motivo del "Día Mundial de los Humedales". El ordenamiento territorial de los humedales hará posible que, tanto la autoridad ambiental nacional como la de cada provincia, lleven adelante acciones en estos ecosistemas en el marco de sus competencias. De este modo, se protegerá el interés común de los ciudadanos y se resguardará la fuente inigualable de agua dulce que suponen lo humedales, para fines de conservación, como así también, de producción sustentable. Además el proyecto del Senado establece que podrá realizarse en los humedales todo aprovechamiento que no afecte negativamente la provisión de servicios ecosistémicos a la sociedad y en particular a los sectores más vulnerables que dependen de ellos; también prevee la realización de evaluaciones de impacto ambiental y evaluaciones de tipo ambiental estratégica, según corresponda, respecto de las obras de infraestructura y actividades humanas que pudieran afectar la integridad ecológica de estos ecosistemas, con especial consideración de los efectos acumulativos y/o sinérgicos. Por último, el proyecto referido incorpora una importante moratoria a las intervenciones en los humedales plenamente reconocidos, así como en aquellos ecosistemas que se presuman razonablemente como tales. Es decir, que no se podrá autorizar ninguna obra o actividad nueva o modificación de las ya existentes que impliquen cambios del uso del suelo hasta tanto la provincia respectiva finalice el ordenamiento territorial de humedales.