Los primeros rastros de hidromiel están datados en 7.000 años antes de Cristo. Y tiene lógica pensar el hidromiel como una de las primeras bebidas alcohólicas de la humanidad.
Hidromiel
De Celtas y Vikingos
Algunos afirman que el hidromiel o también aguamiel es una de las primeras bebidas alcohólicas que conoció la Humanidad y otros agregan que puede llegar a ser esta bebida, la precursora de lo que se conoce como la cerveza de nuestros días.
Así como el vino es fermento de uva, la sidra de la manzana o la cerveza de granos de cereales (cebada o trigo), ésta es una bebida que se elabora a partir de la fermentación de agua y miel, y alcanza entre los 10 y los 15 grados. Y si bien en Estados Unidos o Europa es más conocida, en nuestro país muchos –inclusive consumidores de otras bebidas- ignoran su existencia. En primer lugar porque en Argentina la bebida nacional y la que culturalmente siempre ha estado presente traída por nuestros ancestros italianos y españoles mayormente, ha sido el vino. Nuestra cultura no tiene un arraigo cervecero importante, por eso la bebida no se conoce.
Segundo, porque al no haber hidromiel disponible en el circuito comercial regular, el consumidor no tiene la posibilidad de verla y comprarla aunque sea por curiosidad para probarla.
Y tercero, porque mucha gente no sabe que la bebida existe, aun cuando está en el Código Alimentario Argentino en el Art.1084.
En Europa la hicieron y la bebieron los griegos, romanos, celtas, normandos, sajones y vikingos. En América, la hacían los mayas; ha sido enriquecida a lo largo de su historia milenaria con frutas, flores, malta, especias y/o vegetales. De esta infinita combinación de ingredientes y de la proporción elegida entre la cantidad de agua y la cantidad de miel utilizada dependerán los estilos. Por otro lado, hay una curiosidad por conocer el tema por parte de enólogos u otro tipo de hacedores de vino y de cerveza que hacen ensayos poniendo todos sus conocimientos técnicos para elaborar pequeñas cantidades de hidromiel como prueba.
Consultada Celina Pennisi, sommelier mendocina y una de las personas que más conocen de hidromiel en el mundo, y es juez de cata en concursos como “”Finger Lakes IWC” (vinos, EEUU), Indy IWC (vinos EEUU), Texas IWC (vinos EEUU), CataD´Or (vinos Chile) o Vinandino (Argentina). La especialista explica: “He tenido la oportunidad de probar las elaboradas artesanalmente con método champenoise por manos mendocinas de enólogo y créame que son deliciosas. El tema es encontrar un nicho de mercado y trabajar para insertar el producto”. Y agrega: “personalmente creo que uno potencial podrían ser las bodas. La gente se casa todos los días. La famosa Luna de Miel tiene origen en el hidromiel y en el pueblo teutón, y en el brindis de los novios con buenos augurios de felicidad y de dicha para los recién casados y fecundidad para la mujer”
Argentina y el mundo
En Argentina, hay cada vez más elaboradores, que hasta ahora, en general; venden sus productos de manera regional o en ferias como producto artesanal. Todavía no hay una producción a escala industrial que distribuya el producto por todo el país. Como tampoco una marca reconocida a nivel nacional.
Para tener una referencia de la producción de hidromiel a nivel mundial, la Copa Mazer Internacional, que es el concurso de hidromiel más grande del mundo, en Colorado EEUU, tuvo en 2017 alrededor de 800 muestras.
Concursos internacionales como Finger Lakes IWC en New York o Indy IWC en Indiana, ambos en EEUU y sólo citando un par de eemplos, cuentan con hidromiel entre sus muestras anualmente. En Argentina, en Mendoza, tanto el Concurso Internacional “Vinus” como “La Mujer Elige” tienen categorías disponibles para presentar hidromiel.
“Estados Unidos tiene alrededor de 250 meaderies (productores de hidromiel) a nivel comercial sin contar las que producen de manera artesanal. El hidromiel aquí tiene el respaldo importante de la cerveza, por lo tanto, todos los cerveceros artesanales que hay (que son muchos) conocen y/o han elaborado o probado hidromiel. En el este Europeo, principalmente Eslovaquia y Polonia, el hidromiel se ha consumido desde tiempos remotos. Para ellos, es parte de su cultura y el hidromiel se bebe frecuentemente y sobre todo en celebraciones”.
Una clasificación conocida
Las características van a depender del estilo elaborado y los recursos usados, de la misma manera que el vino, seco, semidulce o dulce. Tener mayor o menor graduación alcohólica y ser tranquilo o espumante.
Es posible añejarlo en roble donde el tipo de madera usada, calidades y tostados serán a elección del elaborador, incluso pudiéndose utilizar barricas que hayan contenido algún destilado como por ejemplo el Bourbon, lo que le dará características particulares.
Productores
En Argentina, el hidromiel viene desarrollándose hace varios años, sin pausa. Existen dos grupos de desarrolladores de hidromiel: los apicultores, que vienen tratando de darle valor agregado a los productos que extraen de la colmena y elaboran hidromiel en pequeñas cantidades y comercializándolo como producto regional. Y por otro lado, los enólogos que han encontrado en esta bebida un desafío.
La elaboración de hidromiel está distribuida a lo largo y ancho del país, pero un punto importante de destacar es que el INTI tiene varios grupos donde en forma paralela a la miel se viene investigando la elaboración de hidromiel. También ha habido ciertos grupos desarrollando el tema en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Cuyo.
En Mendoza
“Justamente en nuestra provincia tenemos todos los elementos que hacen falta para elaborar cualquier hidromiel Premium que nos propongamos” dice Pennisi.
La calidad de las mieles mendocinas es excelente debido a la extensa floración natural apícola del monte, donde la miel podría decirse que es prácticamente orgánica, también hay mieles provenientes de cultivo, como por ejemplo de la industria frutihortícola, almendro, cerezo, durazno, damasco, ciruela, zapallo, melón, orégano, etc. Por otro lado la calidad y sanidad del agua de montaña es otro componente fundamental para lograr un excelente producto final. Desde la industria vitivinícola se pueden obtener todos los implementos técnicos necesarios para montar una “meadery” (mead = hidromiel en inglés) que es el equivalente a bodega. Existe un gran soporte de la industria del vino al servicio de la elaboración de hidromiel en Mendoza que se debería aprovechar.
El hidromiel es una bebida muy noble, tan noble que acepta ser amalgamada con cualquier fruta, brote, raíz o especia que crezca sobre la tierra. Por eso, es justamente noble: una de sus funciones en la antigüedad fue la de ser bebida medicinal ya que su contenido alcohólico permitía extraer los principios activos de las pantas para calmar los males, atenuar los dolores y hasta curar a la gente” cuenta Pennisi.
“De todos modos, quisiera aclarar que Argentina toda tiene un gran potencial para la elaboración de hidromiel, dándole el valor distintivo desde la producción regional como sería el caso de poder elaborar hidromiel con uva malbec en Mendoza, con torrontés en Cafayate o con rosa mosqueta en Bariloche por ejemplo. Éste es sólo un pequeño ejemplo del potencial que tiene Argentina sobre lo que se podría llegar a desarrollar. Además, hay que destacar que la producción de hidromiel no es estacional, se puede elaborar en cualquier momento del año, y dado que su proceso dura en promedio 21 días, podemos decir que la capacidad de una medeary es 1/17 parte de la de una bodega”, sostiene la sommelier.
Maridaje
Como se dijo antes, hay muchos estilos de hidromiel, por lo que el maridaje es muy amplio y las ocasiones también. Seca, semidulce, dulce, tranquila, espumante, fresca o incluso tibia para el frío del invierno. Tradicional o con canela, con jengibre, con moras o con duraznos…
“Toda idea que alguien tenga para amalgamar en una bebida alcohólica cabe en una botella de hidromiel. La imaginación es el límite. Siempre habrá un estilo indicado para cada comida o para cada momento del día”
por Sebastián P. Dacuña