El vino es alimento, cultura y sustento en lo económico.
Día del Vino Argentino
Agentina es el primer país en el mundo que ha declarado al vino como bebida nacional.
Hoy 24 de noviembre se celebra el Día del Vino Argentino. Pero… ¿qué es el vino argentino? Son muchas cosas, son sentimientos y recuerdos que quedan de otras épocas, a veces de la misma niñez, de las quintas o fincas cercana al barrio y el olor a bodega y a la mesa de cada día. Pero también, el trabajo despojado de romanticismo del que está en la tierra, el enólogo, el agrónomo y hasta el mismo bodeguero, la sofisticación de hoy, el éxito en los mercados internacionales y el Malbec, la variedad que más nos representa.
Cabe resaltar que, la vitivinicultura es una economía regional que abarca gran parte del oeste argentino, con más de 230.000 hectáreas implantadas, más de 900 bodegas, más de 17.000 productores, más de 380.000 empleos directos e indirectos. Pero además, el vino argentino también es turismo: hoy existen en la Argentina cerca de 200 bodegas con apertura turística que reciben más de 1 millón de visitantes por año.
Dato no menor, es que Argentina es el primero de los países vitivinícolas en el mundo en declarar al Vino como la Bebida Nacional a través de la Ley Nacional 26.870 aprobada por unanimidad en el Congreso de la Nación y refrendada por la Resolución 253-E/2017, del Ministerio de Agroindustria de la, Nación, que establece un Plan Nacional de Promoción del Vino Argentino Bebida Nacional. El fundamento principal: el vino es alimento, cultura y sustento en lo económico.
De sur a norte y de este a oeste, el vino argentino tiene sus representantes y son estos los que salen al mundo, en muchas y exitosas ocasiones. Y el vino, sabe como nadie de qué se trata el término “Marca País”, porque en cada etiqueta que llega a las góndolas, restaurantes o casas alrededor del globo representa al país como una marca indeleble, que es embajadora y al mismo tiempo una invitación. El vino argentino, junto a la carne, el tango, el mate y el fútbol, es embajador, expresa la cultura argentina, su identidad, sus paisajes y su gente.
Podemos decir, como dato oficial, que Argentina lidera el ránking de Marca País en Latinoamérica, es decir que es considerada la marca más valiosa de la región. En la conformación de esta marca, la experiencia turística y gastronómica tiene un rol preponderante; a eso se suma la declaración de Buenos Aires como Capital Gastronómica Iberoamericana.
Haciendo un rápido resumen por la geografía vitivinícola vemos que no es estática, que tiene movimiento y que se va renovando y apareciendo cosas nuevas. De Mendoza se está empezando a mirar con buenos ojos varietales y zonas históricas, como Barrancas, Junín y hasta Lavalle que ya tienen en el mercado exponentes de alta gama y pisadas fuertes. A esto hay que sumarle el Valle de Uco, y dentro del mismo, Gualtallary, Altamira y Vista Flores, aunque no hay que dejar afuera a parajes como Chacayes y Los Árboles que llegan para ser las próximas zonas renombradas. “Hoy se empieza a escuchar nuevamente que hay inversores que andan buscando bodegas para comprar, nuevas zonas, nuevas expectativas”.
Por su parte, San Juan apunta sus expectativas a la zona de Pedernal para pasar a otro plano, tal vez más internacional. Con una altura que ronda casi los 1.400 metros sobre el nivel del mar, tiene características climáticas que la hacen única y empieza a ser vista y visitada por los críticos del mundo cada vez con más frecuencia.
El Sur ya tiene un espacio bien ganado, con San Patricio del Chañar y el Alto Valle de Río Negro. Patagonia y la Costa e inclusive una Córdoba con viñedos en las sierras se van a hacer escuchar en el plano local, cada vez más y más.
Por último, el Noroeste del país tiene su ficha fuerte, con Salta, en los Valles Calchaquíes está la acción, apostando fuerte al torrontés, con alturas que superan los 1.600 metros sobre el nivel del mar y zonas como Cafayate y Colomé o Tolombón. También se perfila muy bien Jujuy, que de a poco va insertándose en el mundo del vino.